En un mensaje publicado en Facebook, Sentsov, condenado en Rusia por terrorismo y liberado en el marco de un canje de prisioneros con Ucrania en 2019, lamentó que su nuevo proyecto, llamado "Kai", no fuera siquiera admitido en la lista de candidatos para recibir ayuda estatal.
"La razón oficial son las malas notas de los críticos”, escribió Sentsov, quien puso en tela de juicio la causa esgrimida por las autoridades.
Según el cineasta, la decisión tiene un carácter "estrictamente político", ya que los expertos que supuestamente criticaron su proyecto no se mencionan con nombre y apellido en ningún sitio.
"Cuando te dejan fuera del concurso no por un guion débil, sino por tu postura cívica y los puntos de vista políticos, eso ya no tiene nada que ver con una selección creativa y honesta de los mejores", opinó Sentsov.
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El realizador consideró que es objeto de una "venganza" de las autoridades ucranianas a las que ha estado criticando para exigir el fin de la persecución de unos activistas.
Prometió no dejar que el Gobierno le imponga "sus reglas sucias", pero a la vez reconoció que no podrá seguir haciendo cine en Ucrania mientras las actuales autoridades estén en el poder.
Sentsov había sido condenado en Rusia a veinte años de prisión después de que se le declarara culpable de perpetrar dos ataques terroristas y de preparar un tercero en la península de Crimea, anexionada por Rusia en 2014.
En septiembre de 2019 el cineasta fue liberado en un intercambio de prisioneros entre Rusia y Ucrania tras cinco años en la cárcel.
