La película se exhibe fuera de concurso en una edición que contará con 19 largometrajes a competición, de los que 11 son españoles y 8 latinoamericanos, y que reconocerá la carrera de los españoles Carlos Saura y Miguel Rellán y de la argentina Mercedes Morán.
Diez días de cine en español que comienzan con "Código emperador", un filme que "entra a saco" en los conflictos que ocurren en las denominadas "cloacas del Estado", sin hablar de ninguno en particular.
Eso sí, señala Coira en una entrevista con EFE, "hay muchos elementos extraídos de la realidad, cambiando nombres o elementos que se pudieran identificar, porque tampoco queríamos hablar de nadie en concreto, sino de los conflictos en marcha".
Porque la película lleva casi desde la primera secuencia a la realidad actual de la vida española: espionaje de políticos, chantajes a jueces y fiscales, prensa comprada y partidista, altas jerarquías de las fuerzas de seguridad implicadas en asuntos más que turbios...
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"El proceso de escritura fue largo y complicado porque es un terreno en el que es difícil tener información de calidad; leímos muchísimas noticias en muchos casos con afirmaciones contradictorias, como el 'control de togas' (...) que yo, honestamente, no sé si existe. En la película, un personaje lo sospecha, pero no lo sabe, y nosotros tampoco lo afirmamos", explica el director.
Tanto Coira, como Jorge Guerricaechevarría, detrás del guion, optaron por "hablar con libertad, pero con cuidado", señala el gallego.
Seis o siete años leyendo noticias sobre las "cloacas de Estado" les llevaron a encontrar al personaje que guiaría la trama: un agente experimentado, impecable, inteligente y frío "que cree que es capaz de estar en la difusa línea de lo ético y lo no ético, entre el bien y el mal, entre lo legal y lo ilegal, hasta que de repente se da cuenta de que está metido hasta el cuello en un lado".
"Lo que era más fácil para nosotros era intuir los conflictos humanos y dramáticos que están en movimiento", añade Coira.
Con Luis Tosar y Alexandra Masangkai como protagonistas absolutos, "Código emperador" cuenta en paralelo los pantanosos -cuando no, directamente ilegales- casos de los que se ocupa uno de los mejores agentes de la policía española y la propia evolución de ese agente, ya no tan disciplinadamente insensible como al principio de su carrera.
Juan (Tosar), aunque también tiene otros nombres, tiene la misión de infiltrarse en un chalet de lujo donde se presume que viven dos traficantes de armas rusos; su criada filipina (Masangkay) se confía a Juan después de sufrir un ataque en la calle y lo lleva a la casa cuando no están los dueños.
Así comienza una extraña relación entre ambos. Wendy, la criada, "se convierte en un detonante para empezar a cuestionarse cosas: su ideología, su manera de actuar, su moral, su ética. Los dos están muy enfocados a su trabajo y los dos tienen unos objetivos muy concretos".
"Y ninguno de los dos quiere tener ningún tipo de relación porque los dos son supervulnerables (...) necesitan amor, pero se protegen bloqueando ese sentimiento. Y cuando se topan, se sienten en un lugar seguro: un sitio donde quitarse la armadura y luego volver a la carga. No buscan enamorarse", puntualiza.
La actriz española de origen filipino dibuja a una muchacha inteligente, delicada, seria y profesional, un estereotipo alejado de la limpiadora corriente. "Es necesario que la ficción española empiece a cuidar los personajes racializados", enfatiza Masangkay.
"No hay nada de malo en hacer una asistenta del hogar, la cuestión es cuando se pasa por encima y se crean clichés. Wendy -apunta Masangkay- es así, y Jorge (Coira) y yo hemos buscado humanizarla, no porque sean personajes que no son humanos, sino porque no se suelen contar desde este lugar".
"A mí me toca muy de cerca, mi madre vino a España con veinte años, sin hablar castellano, sin tener absolutamente nada y sola, y buscándoselas como podía. Partiendo de ahí- dice la intérprete y cantante, actualmente en el elenco del musical "El rey león" en Madrid- hemos construido este personaje".
Cierra el trío la amiga periodista de Juan, interpretada por María Botto. "Mi personaje es muy honesto, bien lejos de muchas realidades que vemos en la prensa de España y del mundo; ella es una periodista que busca la verdad y que, para encontrarla, a veces tiene contactos no muy limpios, pero necesarios".