Este filme, que se adentra en el amor que una adolescente profesa a su padre pese a ser un hombre imprevisible y violento, competía en la sección Horizontes Latinos del certamen donostiarra junto a otros once títulos.
El jurado ha tenido en cuenta para otorgar el galardón "la mirada valiente y profundamente compleja" de la directora, que "consigue explorar las contradicciones emocionales del ser humano". Asimismo, ha expresado "la emoción" que ha sentido por la "extraordinaria interpretación" de los protagonistas.
Maurel (San José, 1988), tras agradecer la concesión del premio, ha hecho una "invitación vehemente" al presidente de su país y a la Asamblea Legislativa para que acaben los "recortes brutales" a la cultura porque "ponen en peligro" el cine de su país.
Ha dicho que una ley del cine es "urgente y necesaria", en un momento además en que "algo está pasando" en la nueva generación de directores costarricenses, cuyas películas están participando en importantes festivales internacionales.
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La realizadora, que ha dado las gracias por el apoyo que Costa Rica ha dado a la cultura, ha dedicado el Premio Horizontes a su equipo, al elenco y a los productores del filme.
La realizadora costarricense estudió Dirección de Cine en el INSAS de Bruselas y logró varias distinciones con sus cortometrajes, entre ellos el primer premio en la Cinéfondation del Festival de Cannes con "Paul Is Here", su trabajo de graduación.
En San Sebastián ha presentado "Tengo sueños eléctricos" en la sección dedicada a filmes del año inéditos en España, producidos total o parcialmente en América Latina, como es el caso, ya que su película es una coproducción de Bélgica, Francia y Costa Rica.
"Tengo sueños eléctricos" llegaba además a San Sebastián avalada por el reconocimiento del Festival de Locarno, donde obtuvo los premios a la mejor dirección, y mejor actriz y mejor actor para Daniela Marín y Reinaldo Amien.
Marín da vida a la joven Eva, que se siente más apegada a su padre (Amien) que a una madre que trata de construir un espacio cómodo y pacífico para ella y su hermana.
La directora explicó durante la presentación del largometraje que había preferido abordar la violencia de una forma "compleja" y no "didáctica".
A su juicio, "el cine no debe ser didáctico, sino generar dudas", y por eso optó por hacer una película "difícil" sin un mensaje "evidente".