Óliver Laxe: "Sîrat es un rito de paso para el espectador, va a entrar en otra dimensión"

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Marina Estévez Torreblanca Madrid, 4 jun (EFE).- El director español Óliver Laxe ha sacudido el Festival de Cannes con 'Sîrat', una película que define como "un rito de paso para el espectador", que entra "en otra dimensión" de la mano de un padre que busca a su hija en las 'raves' de Marruecos durante un viaje frenético pero cargado de simbolismo e introspección del que habla con EFE.

La cinta obtuvo el premio del jurado en el festival de cine francés, un país en el que nació Laxe hace 43 años de manera circunstancial, hijo de dos gallegos que trabajaban en París como porteros y volvieron a España cuando él tenía 6 años.

Tras 'Lo que arde' (2019), Laxe ha presentado esta especie de 'road movie' con "sabor de cine de género de los años 70, 80 y 90", pero que huye de "fuegos de artificio" en favor de impactos fuertes y duraderos. "Ni la muerte ni la vida llaman a la puerta y siempre aparecen en el momento más inesperado", señala al respecto.

Producida por Movistar y El Deseo, se trata de una aventura épica que deja al espectador sin aliento y en la que "el simbolismo opera de una manera muy orgánica, muy natural, no está subrayado", explica. "Como espectador sientes que estás yendo a otra dimensión. Ese espacio que es un desierto podría ser también un espacio mental, la dimensión del alma", sugiere.

Un efecto hipnótico que consigue sobre todo con las imágenes y el sonido, y nunca de un modo evidente. "El artista tiene que esconder su mano. No hay nada más desagradable cuando estás viendo una peli que entender las intenciones del autor o su ideología, aunque te identifiques con ella", opina.

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Puente entre el paraíso y el infierno

Laxe define 'Sîrat' -en árabe, el puente que conecta el infierno y el paraíso- como una suerte de relato de caballerías en la que la aventura exterior surge de forma muy natural, pero al mismo tiempo el héroe (la película está protagonizada por el actor español Sergi López) está forzado a mirar adentro.

"¿Y qué es mirar adentro? Intentar que los valores estén por encima del ego. Ese es el honor de caballería y de eso va un poco la película. Gente que intenta morir de manera grandiosa, con dignidad, que vigila sus pasos por la Tierra. Que cuando llegan al desierto se descalzan con respeto", subraya.

El reparto se completa con una serie de personajes que se han abandonado a la cultura 'rave', y que no están interpretados por actores profesionales sino por auténticos integrantes de esa comunidad, "gente que con sus imperfecciones intenta trascender, mirar adentro, aunque lo hagan torpemente o de forma más o menos sana", dice Laxe en referencia al uso de drogas.

"No soy un 'ravero', aunque me gusta, obviamente, bailar", dice el director, que ve en este tipo de encuentros neotribales "un eco de ese pasado del ser humano, que durante miles y miles y miles de años ha orado, ha rezado, ha ido a bailar, a cantar, a recitar palabras que vibran".

Matiza que la película no nace expresamente con la idea de plasmar este tipo de encuentros multitudinarios en los que hay más compañerismo y hermandad que tensión erótica.

Esta película está concebida para el cine, "un templo que hemos abandonado, donde se celebran ceremonias colectivas", asegura Laxe con su tono pausado.

La cinta se estrenará en las salas españolas el próximo viernes, precedida del éxito en Cannes de Laxe, que en 2016 obtuvo el Gran Premio de la Semana de la Crítica de la ciudad francesa por 'Mimosas' y en 2019 el premio del Jurado en una sección paralela del festival por 'Lo que arde'.