Un desfile de remombrados cantantes que iban entonando polcas y guaranias compuestas por Demetrio Ortíz. Desde las clásicas canciones “Mis noches sin tí”, “Esperanza mía” y “Recuerdo de Ypacaraí”, hasta otras poco conocidas e inéditas.

Del show se puede decir que transitó por la energía y virtud de cada cantante, cuyo desempeño vocal determinó lucimientos individuales. Hubo intérpretes de gran trayectoria que estuvieron por debajo de su nivel, pero que su sola presencia es motivo de aplausos. Algunas voces resultaron superadas por la enorme orquesta, aunque la emoción se apoderó del público que llenó el teatro y vivió su noche inolvidable.

La cálida anfitriona, Esperanza Ortíz, hija del compositor, dio el toque emotivo y ameno al encuentro contando breves, pero simpáticas y enriquecedoras anécdotas sobre los temas compuestos o la vida musical de su padre. Menchi, impecable conducción, hablando lo justo para enmarcar la presencia de los artistas en cada interpretación.

El espectáculo transcurrió en este orden: Lizza Bogado (Mis noches sin tí), José Mongelós (Yo te quiero mucho), Vocal Dos (Ángel guaraní), Pablo Simón (Tus lágrimas), José Gaona (Qué será de ti), Cecilia Kunert (Si tu supieras comprender), Mirta Noemí Talavera (No me olvidarás), Mercedes Barrios (Mi canción viajera), Enrique Llopis (Recuerdos del Paraguay).
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Con apoyo de imágenes de video, pues no estuvo presente, Franceso Tenor interpretó “Aurora y ocaso”. Luego siguió el programa con Melissa Hicks (Junto a mí), Esperanza mía (Dinastía Simón), Marcelo Rojas (Amor imposible, Mitakuña jukyete y Mburukuja), Eurolatin (Ahejavaekue), Marcelo Gabriel (Rohechajeyvo), Néstor Lo y Edu Martínez (Mombyry ñaime rire), Los Ojeda (A la flor de Acahay) y Menchi Barriocanal (Recuerdo de Ypacaraí), con gran elenco final.

Se incluyó la participación del maestro Carlos Cazal, quien ejecutó el piano para acompañar al guitarrista Rubén Robadín, cuya hija Andrea cantó “Oración de amor”. El maestro Sergio Cuquejo completó el conjunto tocando el acordeón.

El virtuosismo del saxofonista norteamericano (nacido en Venezuela), Ed Calle se puso de manifiesto al tocar “Recuerdo de Ypacaraí” y generó admiración del público que lo retribuyó con calurosos aplausos. Un cierre vibrante que coronó la noche con el sello de “inolvidable”.


