(Disponible en Netflix)
Dirigida por una veterana del cine de terror del tipo más irreverente como es Rachel Talalay – guionista y directora, respectivamente, de dos de los filmes de la saga Pesadilla en Elm Street –, Guía de una niñera para cazar monstruos es un filme de aventuras infantiles que balancea humor y fantasía, con grandes dosis de imaginación y creatividad, y situaciones que se sienten genuinamente amenazantes, como los mejores ejemplos de cine familiar con temática de terror.
La película sigue a Kelly (Tamara Smart), que es contratada para cuidar a un niño llamado Jacob (Ian Ho) mientras sus padres van a una fiesta. Sin embargo, un siniestro ser sobrenatural secuestra al niño con el objetivo de usar su imaginación para crear un ejército de monstruos, y Kelly acaba uniéndose a una sociedad secreta de jóvenes cazadores de monstruos para rescatar al niño antes de que sus padres regresen a casa.
El filme hace gala de su ingenio en particular a la hora de retratar el mundo del filme, en el que bajo la superficie de normalidad existen sociedades secretas de monstruos y cazadores cuyas guaridas secretas de decoración ridículamente ostentosa se esconden debajo de universidades, faros en ruinas o teatros abandonados.
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La sociedad secreta de niñeras recuerda a las instalaciones secretas de espías en filmes como Kingsman o la saga James Bond, con todo y artilugios tecnológicos como bombas disfrazadas como ositos de peluche, y el filme se deleita en ese contraste entre ciencia ficción y fantasía, casi como una amalgama entre Mini Espías y Narnia.
Más allá de eso, el filme recuerda mucho – tanto en estética como en temática – a las películas que constituyeron aquella oleada de filmes que intentaron aprovechar la estela de éxito de la saga Harry Potter a mediados de la década del 2000, apelando a la fantasía juvenil de ser incluido en un mundo más allá del nuestro lleno de fantasía y peligros que ajenos a todo el mundo a excepción de unos pocos privilegiados.
Es un vínculo que está presente no solo en la historia y los personajes, sino en la traviesa banda sonora y en los ocasionalmente hermosos cuadros que Talalay y su director de fotografía Gregory Middleton logran pintar. Si se incluyera en un festival junto a películas como la saga Narnia, Las crónicas de Spiderwick, Zathura, Percy Jackson o la versión de 2004 de Una serie de eventos desafortunados, no estaría para nada fuera de lugar.
Aunque también hay elementos de artificialidad teatral intencional en los decorados y en las actuaciones que recuerdan más a filmes de aventuras de los ’80 o ’90, lo que tiene sentido cuando uno tiene en cuenta que el infuyente Ivan Reitman - director de Los cazafantasmas - es productor de Guía de niñeras.
Eso, sumado a lo sencillamente entretenida que la película logra ser, con secuencias entre las que destacan un divertido duelo contra un monstruo hecho de sombras en medio de una fiesta estudiantil o un duelo contra una intimidante habitante de las tinieblas y su ejército de gatos, secuencias que además sirven para que Kelly haga despliegue de su genio matemático y práctico para encontrar soluciones ingeniosas a sus problemas; la solución al encuentro con los gatos es particularmente hilarante.
Y aunque el clímax de la película decepciona un poco en ese sentido – a pesar de los esfuerzos de Tom Felton, que brilla como el malvado Gran Guiñol, un coco que la película presenta como una versión joven de Rob Zombie con vestuario diseñado por Tim Burton –, por lo general la película mantiene un ritmo enérgico y un balance entre comedia y terror apto para todo público que sin duda será capaz de mantener la atención de los niños más hiperactivos.
Eso sí, hay elementos que se sienten sobrantes, como los secuaces del villano que se presentan casi como si fueran Minions más feos, o aspectos que no se sienten del todo aprovechados como el personaje de Liz (Oona Laurence), la líder de estética “punk rock” de la sociedad de niñeras, cuyo pasado y su conflicto con el villano se usan más como “teasers” para una eventual secuela que para darle algo de genuino desarrollo a su personaje.
No será extraordinaria, pero me atrevo a decir que una cantidad no insignificante de niños podría toparse con Guía de una niñera para cazar monstruos y la va a adoptar como una de sus películas favoritas.
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GUÍA DE UNA NIÑERA PARA CAZAR MONSTRUOS (A Babysitter’s Guide to Monster Hunting)
Dirigida por Rachel Talalay
Escrita por Joe Ballarini (basada en un libro de Joe Ballarini)
Producida por Ivan Reitman y Amie Karp
Dirección de fotografía por Gregory Middleton
Banda sonora compuesta por Matthew Margeson
Elenco: Tamara Smart, Oona Laurence, Tom Felton, Ian Ho, Lynn Masako Chen, Ty Consiglio, Troy Leigh-Anne Johnson, Indya Moore, Tamsen McDonough, Alessio Scalzotto