“Horario estelar”

(Disponible en Netflix)

La película polaca Horario estelar trascurre en las horas finales del año 1999, mientras el mundo se preparaba, con emoción y cierto grado de trepidación ante los rumores de un potencial apocalípsis informático, para recibir al nuevo milenio.

Un joven llamado Sebastian (un Bartosz Bielenia trascendental) ingresa a un canal de televisión donde se está grabando un programa de fin de año y, armado con una pistola, irrumpe en el estudio y toma de rehenes a la presentadora Mira (Magdalena Poplawska) y a un guardia de seguridad llamado Grzegorz (Andrzej Klak).

La única exigencia de Sebastian es que lo pongan al aire para decir algo, y mientras el mundo a su alrededor celebra, los confines del estudio se convierten en una asfixiante caja de decisiones imposibles para Sebastian, sus rehenes y los policías que intentan resolver la situación.

La película del director Jakub Piatek juega con la ansiedad que produce la ambigüedad de la situación negando al público, al igual que a los policías, la certeza de qué exactamente es lo que Sebastian quiere. La poca información que pelicula suelta sobre la vida de Sebastian fuera de los confines de ese estudio de televisión son insuficientes para armarnos el rompecabezas, así que por lo general ese aspecto del filme puede resultar intensamente intrigante o enormemente frustrante, dependiendo del espectador.

Personalmente diría que es lo primero.

A medida que la situación en el estudio va evolucionando y humanidad de Sebastian va dejándose ver más allá del cañón de su 9 milímetros, la historia parece convertirse en una trágica exploración de la desesperada necesidad por comunicación, y la cruel indiferencia de un mundo que a veces se niega a escuchar.

En uno de los momentos más tensos y emocionalmente impactantes del filme, los policías traen al padre de Sebastian al estudio para intentar convencer a su hijo de que se entregue, y lo que los negociadores sin duda esperaban se convertiría en un conmovedor y persuasivo encuentro padre-hijo acaba en una paliza verbal hacia Sebastian por parte de su progenitor que lo acusa de ser una vergüenza y luego dice lapidariamente que no conoce de verdad a su hijo, algo expresado con la robótica falta de culpa propia de alguien cuyo concepto de paternidad parece comenzar y terminar en pasar el dinero de la manutención a tiempo.

Entre el jefe policial que, lógicamente, preferiría estar pasando la Nochevieja con su familia en vez de estar lidiando con un posible baño de sangre, y los productores televisivos que se niegan, también lógicamente, a sacar a Sebastian al aire por miedo a que suelte consignas nazis o se suicide en vivo y en directo, la película se decanta en la desesperación de un joven por ser visto y escuchado, y los muros físicos, electrónicos y emocionales que le impiden esa catarsis.

Piatek entrecorta frecuentemente la acción con imágenes de monitores que muestran festivales y conciertos de fin de año, entrevistas con personas emocionadas por los festejos o preocupadas por el Y2K, o hablando de las tensiones económicas y políticas con las que Polonia iba a entrar al Siglo XXI; una decisión que podría interpretarse como piezas de ansiedad social que completan el rompecabezas personal de quién es Sebastian y por qué está haciendo lo que hace, aunque eso también es pura interpretación y la película no ofrece respuestas claras.

Lo que sí ofrece es una hora y media de cine de tensión de altísima calidad en la que Bartosz Bielenia da la que probablemente termine siendo una de las mejores actuaciones de cine en todo el año.

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<b>HORARIO ESTELAR (</b><i><b>Prime Time</b></i><b>)</b>

Dirigida por Jakub Piatek

Escrita por Jakub Piatek y Lukasz Czapski

Producida por Jakub Razowski

Edición por Jaroslaw Kaminski y Ula Klimek-Piatek

Dirección de fotografía por Michal Luka

Banda sonora compuesta por Teoniki Rozynek

Elenco: Bartosz Bielenia, Magdalena Poplawska, Andrzej Klak, Cezary Kosinski, Monika Frajczyk, Dobromir Dymecki, Malgorzata Hajewska, Adam Nawojczyk, Juliusz Chrzastowski, Pola Blasik

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