Encarcelan a jefe militar apuntado de proteger a traficantes del PCC

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Teniente de fragata Gilberto del Pilar Espinoza Matto, apresado ayer en Ciudad del Este.
Teniente de fragata Gilberto del Pilar Espinoza Matto, apresado en Ciudad del Este.Archivo, ABC Color

La jueza penal de Garantías de Ciudad del Este, Cinthia Garcete, ordenó la prisión preventiva del teniente Gilberto del Pilar Espínoza (32), jefe de la base naval de Hernandarias.

El militar fue imputado por los ilícitos de privación ilegítima de libertad, coacción grave y extorsión; además, fue apuntado como protector de traficantes de armas de la temible facción criminal brasileña Primer Comando Capital (PCC).

Espínoza fue remitido al penal militar de Viñas Cué, donde guardará reclusión preventiva. En la misma causa también se encuentra procesado el “pasero” Fernando Delvalle (33), alias “Cano”, quien fue encerrado en la cárcel regional de Ciudad del Este.

Según la investigación de la fiscala Antisecuestro Zunilda Ocampos, en la tarde 11 de marzo pasado, los ahora encarcelados habrían retenidos ilegalmente al “pasero” Nélson Daniel Benítez y su novia Kelvis Natalia Espínola Balmaceda, en la base de la Marina.

Previamente, Benítez habría recibido una llamada telefónica de parte del jefe militar para que se presente junto a él en su lugar de trabajo. Hasta allí, se fue la víctima con su novia, en una camioneta Chevrolet S10, de color gris, con matrícula CEN 795.

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Una vez en la base naval, Benítez y su pareja fueron despojados de sus respectivos teléfonos celulares y quedaron a cargo de cuatro supuestos delincuentes brasileños. Los extranjeros amenazaron de muerte al joven para que aparezcan las mercaderías (serían tres fusiles AK 47) que supuestamente estarían en poder de su primo, de nombre Cristhian Caje. El uniformado también advirtió al afectado que le iría muy mal si no solucionaba el problema.

Tras varias horas de rapto en plena base militar, Benítez fue llevado a bordo de la camioneta Chevrolet hasta el territorio brasileño y la mujer quedó liberada.

Posteriormente, por supuestas indicaciones de los brasileños, Benítez se había comunicado con su tía, de nombre Eugenia Caje, para manifestarle que estaba retenido en poder de una banda criminal y que para ser liberado era necesario que su primo Cristhian, también pasero, devuelva las armas que presuntamente tenía en su poder y pertenecerían a los extranjeros.

La víctima fue liberada el 13 de marzo luego de pagar presuntamente 6.000 dólares a los supuestos marginales brasileños y regresó Ciudad del Este.

Según datos manejados por la Policía, el jefe militar supuestamente protegía a traficantes de armas del PCC. Los marginales raptaron supuestamente con ayuda del teniente al “pasero” Benítez porque tres fusiles AK 47 comprados de una armería de Ciudad del Este no llegaron a una banda criminal de Brasil.