Funcionarios de la ANDE detectaron un movimiento irregular del sistema eléctrico en el barrio San Roque de Hernandarias. Ubicaron una propiedad en específico y presentaron denuncia ante el Ministerio Público, que recayó en la unidad del fiscal Alcides Giménez.
Una comitiva fiscal se dirigió al lugar y procedió a allanar el establecimiento, donde encontraron evidencias del robo de energía eléctrica. Ubicaron 149 procesadores de criptominería y dos transformadores, uno de 100 kVA y otro de 630 kVA de potencia, que operaban de forma ilegal.
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El sistema eléctrico clandestino fue desmantelado e incautado. Sin embargo, el Juzgado interviniente no autorizó el decomiso de las máquinas de criptomonedas.
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Desde la ANDE hacen mención en la importancia de sacar de circulación estos procesadores con la finalidad de desalentar este tipo de actividades ilegales. Al no ser incautados se prestan a que sigan siendo utilizados en el mismo ilícito.
En este caso, la denuncia presentada es por perturbación de servicios públicos, sabotaje y sustracción de energía eléctrica. El propietario del local no fue identificado.