- Infección: El sarampión es una de las enfermedades infecciosas más contagiosas. Quien padece sarampión probablemente pueda infectar a otras personas sin vacunación ni inmunidad, incluso a unos metros de distancia. Los adultos sin vacunar contraen el sarampión al igual que los niños, por lo cual el término “enfermedad infantil” es engañoso.
- Enfermedad: comienza sin la erupción típica, con tos fría e irritada, malestar general, ojos hinchados, dolor de garganta y temperatura elevada. Dos o tres días después, aparecen manchas blancas grisáceas en la mucosa oral. Unos días más tarde, aparece la erupción, primero con puntos rojos pequeños y brillantes, que luego convergen en parches más grandes. A menudo es posible una fiebre alta.
- Complicaciones: En los niños, el sarampión a menudo se asocia con infecciones pulmonares y del oído medio. Las complicaciones particularmente peligrosas son la encefalitis por sarampión, que puede provocar daño cerebral permanente o incluso la muerte, y la extremadamente rara panencefalitis esclerosante subaguda (PES). El SSPE a menudo ocurre años después del sarampión y siempre conduce a la muerte. No se halló aún una cura. Aquellos que alguna vez tuvieron sarampión están protegidos de ella toda su vida. De lo contrario, la única protección contra la enfermedad es la vacunación.
