El resultado de tablas, acordado, por repetición de jugadas, nada más alcanzar el primer control de tiempo en la jugada 40, deja a Nepo en situación muy favorable, con un punto neto de ventaja sobre Caruana a falta de cinco rondas, en tres de las cuales tendrá la iniciativa de las piezas blancas.
La derrota de Caruana frente a Nakamura en el derbi estadounidense había recrudecido la lucha por la segunda plaza del torneo, que puede tener un alto valor añadido si el campeón mundial, el noruego Magnus Carlsen, renunciara a la defensa de su corona, como ha insinuado. En esta última hipótesis, el título se lo disputarían los dos primeros clasificados en Madrid.
En la primera vuelta, con Nepo al mando de las blancas en una apertura italiana, Caruana sorprendió a su rival con una novedad (10...Cg4) y llegó a construir una posición favorable, pero cuando tuvo que decidir si arriesgaba en busca de la victoria se le encogió el brazo y se conformó con unas tablas.
Ahora, con blancas y Naka pisándole los talones (estaba el domingo a medio punto), Caruana tenía que asumir algún riesgo frente a un rival al que nunca ha vencido en ajedrez clásico (el balance es de una derrota y 11 tablas).
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Nepo se mantuvo fiel a la defensa Petrov y tuvo que meditar durante 9 minutos su respuesta a la novedad introducida por el norteamericano (11.Ch4), que sorprendió a su rival con una preparación en plena apertura.
La iniciativa y una pequeña ventaja siempre estuvo del lado del norteamericano, pero el ruso no cometió errores y tampoco se apuró de tiempo. A partir de cierto punto el ataque de Caruana se atascó, empezó a consumir mucho tiempo en un tablero resbaladizo, abierto a golpes tácticos por ambas partes, y no lo vio claro. Permitió una línea que liquidaba casi todo el material y abocaba a un final de tablas.
La novena ronda podría resultar todavía más redonda para Nepo si el azerbaiyano Teimour Radjábov termina por transformar en victoria su ventaja abrumadora sobre el tercer clasificado, el estadounidense Hikaru Nakamura.