A falta de cuatro rondas, Nepo encabeza la clasificación con 7 puntos, seguido de los estadounidenses Fabiano Caruana e Hikaru Nakamura y el chino Ding Liren (5,5), Radjábov (4,5), y cierran la tabla el polaco Jan-Krzysztof Duda, el húngaro Richard Rapport y el franco-iraní Alireza Firouzja (4).
El tiempo comienza a agotarse para los aspirantes a desbancar a Nepo del primer puesto. Un punto y medio, a falta de cuatro rondas, es una ventaja considerable en el ajedrez, donde las victorias conceden un punto y los empates media unidad.
El ruso, que juega bajo bandera de la FIDE por las sanciones a su país derivadas de la invasión de Ucrania, tenía este miércoles, con blancas, una buena ocasión para dejar el torneo casi visto para sentencia.
Una victoria sobre Radjábov, un adversario correoso al que nunca había vencido en ajedrez clásico (1 derrota en el Europeo por equipos de 2017 y 4 tablas, incluida la partida de la primera vuelta aquí), podía resultar decisiva para el desenlace del torneo, de ahí que Nepo adoptara una sólida posición en una catalana cerrada para quedar, en la medida de lo posible, a cubierto de una derrota.
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Nepo basó su estrategia en aislar el peón negro de la columna C y luego atacarlo con todos sus efectivos, pero Radjábov volvió a probar sus dotes de gran defensor y conjuró las amenazas para llegar a un final con dama, torre, alfil y cuatro peones por bando que abocaba al empate si no mediaba un error mayúsculo en algún bando, algo que no ocurrió. Firmaron tablas por repetición en 37 movimientos y menos de dos horas y media de juego.
"Como dije hace dos años, lo importante es tratar de no perder. Si no pierdes, seguramente todo irá bien", se justificó Nepo tras el rápido empate. Como en tardes anteriores, se fue a descansar mucho antes que sus rivales.
El medio punto cosechado por el líder entrañaba un valor añadido. En sus paseos por la sala, el ruso pudo observar, echando un vistazo a la partida de otra mesa, que su más directo rival, Caruana, estaba en graves dificultades contra el colista, Duda.
Caruana necesitaba imperiosamente una victoria para mantener viva la caza del líder, del que le separaba un punto, pero el estadounidense, experto en aperturas, no sacó nada del arranque en una italiana.
Más bien al contrario. El polaco mantuvo la iniciativa, dejó al caballo negro sin actividad, desplazado a un rincón del tablero, abrió la columna G y en apenas 23 jugadas tenía posición ganadora. Caruana alcanzó con muchos apuros el primer control de tiempo (2 horas para los primeros 40 movimientos) y pataleó aún antes de claudicar en la jugada 57.
Todavía más apremiante era la necesidad de victoria para Nakamura, con blancas, para evitar un adiós definitivo a sus esperanzas, pero el "streamer" sí hizo su trabajo. Su rival, Firouzja, introdujo una novedad (10... gxf6) en la variante Najdorf de la siciliana y arriesgó para abrir vías de ataque sobre el enroque blanco, pero su preparación volvió a ser refutada.
Nakamura no perdonó. En su serie de altibajos en este torneo, esta vez ofreció la cara buena. Desmanteló la posición negra y tendió una red de mate. Alireza hubo de rendirse en 32 jugadas.
El chino Ding Liren empieza a mostrar la calidad de juego esperable de un número 2 mundial. Batió con negras a Rapport en una variante Anderssen de la española, sacrificando la calidad (torre por pieza menor) para llegar a un final ventajoso con peón de ventaja y sin obstáculos para avanzar hacia la coronación. El húngaro abandonó en la 55.
Ding Liren había empezado el torneo con una derrota contra Nepo, luego encadenó siete tablas seguidas y ahora lleva dos triunfos consecutivos, recuperando su primitiva condición de favorito, al menos para el segundo puesto, que puede tener la recompensa de jugar por el título si el campeón, Magnus Carlsen, no lo defiende.
Este jueves, la undécima ronda ofrece las partidas Firouzja-Nepómniachtchi, Caruana-Ding, Nakamura-Rapport y Radjábov-Duda.