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El acuerdo a nivel político alcanzado hoy entre los negociadores del Parlamento Europeo y los Estados miembros debe ser refrendado ahora por ambas partes y llega cinco años después de que la Comisión Europea presentara su propuesta, en mayo de 2018.
El nuevo reglamento actualiza alrededor del 70 % de las normas de control pesquero del bloque y su entrada en vigor oscilará entre los 2 y los 4 años, en función de la medida concreta, con el objetivo de dar tiempo al sector a adecuarse al nuevo marco.
La responsable de las negociaciones por parte del Parlamento Europeo ha sido la eurodiputada del PSOE Clara Aguilera, quien ha celebrado que el nuevo reglamento pondrá al bloque "a la vanguardia en el control de la pesca a través de la digitalización, en la armonización de normas y en la trazabilidad completa de los productos pesqueros".
La eurodiputada andaluza también destacó que la normativa incluirá por primera vez la pesca recreativa y confió en que todo el proceso legislativo que queda por delante sea completado "para finales de año".
El borrador legislativo que planteó en 2018 el Ejecutivo comunitario liderado entonces por Jean-Claude Juncker levantó numerosas críticas, sobre todo por su propuesta para obligar a instalar cámaras de circuito cerrado (CCTV).
Pero también fueron objeto de críticas otras cuestiones como el control de la potencia de los motores y los llamados márgenes de tolerancia, que es la diferencia permitida entre las estimaciones de captura anotadas en el diario de pesca y la cifra del pesaje.
Tanto la Eurocámara como los Veintisiete relajaron la propuesta inicial de Bruselas y finalmente han acordado que todas las embarcaciones de más de 18 metros que "puedan suponer un riesgo de incumplimiento" tengan que instalar sistemas electrónicos de supervisión, entre los que se incluyen las citadas cámaras.
Además, los gobiernos europeos tendrán que poner en marcha sistemas para rastrear la posición y el movimiento de todas las embarcaciones pesqueras, incluidas las de menos de 12 metros.
Sin embargo, los Veintisiete podrán decidir eximir a los barcos más pequeños de esta obligación de permanecer localizable en todo momento bajo "circunstancias justificadas" hasta 2030, informa el Parlamento Europeo.
Con respecto al margen de tolerancia, los negociadores lo han establecido en un 10 % con carácter general, aunque será del 20 % para la pesca de pequeña escala y para todas aquellas especies capturadas cuyo peso en total no exceda los 100 kilogramos.
En el caso de pequeños pelágicos, pesca industrial y atún tropical, el margen de tolerancia será del 10 % de toda la cantidad registrada y se aplicarán "estrictas condiciones de control".
El nuevo reglamento también busca armonizar las sanciones nacionales por incumplimiento y, a tal efecto, ambas instituciones pactaron que las multas mínimas quedarán definidas por el valor de los productos capturados por la embarcación sancionada en casos de "violaciones graves". Si las infracciones son reiteradas, la multa podrá ser incluso el doble de la media de los productos capturados.
Por otro lado, se incluye la pesca recreativa dentro del reglamento de control de pesca, también en cuanto a la imposición de sanciones y para ello se obligará a los Estados miembros a introducir sistemas de datos con información sobre capturas no comerciales, como las que derivan de competiciones deportivas y actividades turísticas.
Con respecto a la potencia motriz de las embarcaciones, la nueva normativa obligará a grandes buques a estar equipados con dispositivos que midan la capacidad de su motor con el objetivo de garantizar que la misma queda dentro de los límites establecidos en la Política Pesquera Común de la UE.