Havaianas en el ojo del huracán: el boicot de la derecha brasileña que sacude a la icónica marca

Imagen de archivo: sandalias brasileñas Havaianas se exhiben en una tienda junto a un cartel que dice “La pasión de la camiseta, ahora en los pies”, en São Paulo, Brasil, el 28 de noviembre de 2022.
Imagen de archivo: sandalias brasileñas Havaianas se exhiben en una tienda junto a un cartel que dice “La pasión de la camiseta, ahora en los pies”, en São Paulo, Brasil, el 28 de noviembre de 2022.190152+0000 MIGUEL SCHINCARIOL

Havaianas, icónica marca brasileña, se encuentra en el ojo del huracán tras un controvertido anuncio protagonizado por Fernanda Torres, desatando un boicot por parte de figuras de la derecha en un clima electoral candente que redefine los símbolos nacionales.

La famosa marca de chanclas Havaianas enfrenta un llamado de boicot de figuras políticas de Brasil, tras un anuncio publicitario considerado contrario a la derecha cuando se acercan las elecciones presidenciales del próximo año.

Imagen de archivo: un empleado toca un par de sandalias brasileñas Havaianas en una tienda de São Paulo, Brasil, el 18 de julio de 2017.
Imagen de archivo: un empleado toca un par de sandalias brasileñas Havaianas en una tienda de São Paulo, Brasil, el 18 de julio de 2017.

En un video publicado en las cuentas de la marca en redes sociales, Fernanda Torres, actriz principal del film brasileño “Ainda Estou Aqui” (“Aún estoy aquí”), ganadora del Oscar a la Mejor Película Extranjera, pide al público “no empezar el año 2026 con el pie derecho”, sino “con los dos pies”.

Imagen de archivo: la actriz brasileña Fernanda Torres saluda a los periodistas durante una protesta contra el Congreso de Brasil para rechazar un proyecto de ley que modificaría las penas por delitos contra la democracia y, de ese modo, reduciría la condena del expresidente Jair Bolsonaro, en la playa de Copacabana, en Río de Janeiro, Brasil, el 14 de diciembre de 2025.
Imagen de archivo: la actriz brasileña Fernanda Torres saluda a los periodistas durante una protesta contra el Congreso de Brasil para rechazar un proyecto de ley que modificaría las penas por delitos contra la democracia y, de ese modo, reduciría la condena del expresidente Jair Bolsonaro, en la playa de Copacabana, en Río de Janeiro, Brasil, el 14 de diciembre de 2025.

El anuncio despertó indignación en el sector conservador, con reacciones a veces virulentas, como la de uno de los hijos de Jair Bolsonaro, expresidente de extrema derecha que cumple condena de 27 años de prisión por intento de golpe de Estado.

Ecos

En un video en Instagram, Eduardo Bolsonaro, que vive en Estados Unidos, tira a la basura un par de Havaianas negras, reconocibles por sus tiras adornadas con una pequeña bandera brasileña.

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“Havaianas solía ser un símbolo nacional. He visto a muchos extranjeros llevando esta bandera brasileña en los pies (...), pero, lo siento, voy a tirar las chanclas a la basura”, dice el hombre, que perdió su escaño en el Parlamento por exceder el número de ausencias permitidas.

“Havaianas ha elegido su bando. La DERECHA ha optado por el boicot”, publicó en X el congresista conservador Rodrigo Valadares.

Influencers próximos a la derecha, como Thiago Asmar, que tiene más de dos millones de seguidores en Instagram, reaccionaron: “Me estoy quemando los pies en el asfalto, pero Havaianas, nunca más”.

El grupo Alpargatas, propietario de la marca, no ha respondido a pedidos de comentarios de la AFP. La empresa emplea a 10.000 personas y vendió 226,6 millones de pares de chanclas en 2024, la mayoría en Brasil, según su página de LinkedIn.

La controversia también tuvo eco en la izquierda, con la diputada Duda Salabert denunciando los “ataques idiotas”.

Según la legisladora, el llamado al boicot amenaza puestos de trabajo en su región, Minas Gerais (sureste), donde se encuentra una de las fábricas de la marca.

Fernanda Torres, simpatizante de la izquierda brasileña, ganó el Globo de Oro a la Mejor Actriz y fue nominada al Óscar por su papel en “Ainda Estou Aqui”.

La película del director Walter Salles narra los años de la dictadura militar (1964-1985), a menudo evocados con nostalgia por el entorno de Bolsonaro.