El espiral de locura de Nick Reiner tras un fatal cambio de medicación

Nick Reiner. Foto: X.
Nick Reiner. Foto: X.

Hollywood sigue en vilo e impactado por el asesinato de Rob y Michele Reiner. Este viernes se dieron a conocer nuevos detalles sobre la situación de Nick, el hijo de la pareja, quien es el principal sospechoso del crimen.

La meca del cine sigue bajo shock tras el brutal asesinato de Rob y Michele Reiner, y nuevos detalles revelados por TMZ pintan un panorama desolador sobre el estado mental de su hijo, Nick Reiner, en las semanas previas al parricidio.

Según fuentes directas, una combinación explosiva de esquizofrenia, un ajuste fallido en su medicación y el abuso de sustancias convirtió al joven en una “bomba de tiempo” errática y peligrosa.

Nick Reiner y la medicación que falló

A pesar de estar bajo estricta vigilancia psiquiátrica, el entorno de Nick confirma que su comportamiento se volvió “alarmante” apenas un mes antes de la tragedia.

La clave de este quiebre parece residir en una decisión médica tomada hace tres semanas: sus doctores modificaron su régimen de fármacos en un intento desesperado por estabilizarlo.

Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy

Sin embargo, el efecto fue el opuesto. “Nick estaba fuera de sí”, confió una fuente cercana al caso, detallando que los esfuerzos por ajustar las dosis “simplemente no estaban funcionando”, dejando al joven en un estado de vulnerabilidad mental absoluta.

Rehabilitación de lujo y adicciones

El historial de Nick incluye un reciente paso por un exclusivo centro de rehabilitación en Los Ángeles, una institución de 70.000 dólares mensuales donde la élite de Hollywood suele enviar a sus hijos para lidiar con diagnósticos similares. Allí, Nick intentó combatir la esquizofrenia y su adicción a las sustancias, un factor que, según los informes, terminó por agravar su patología base hasta volverlo incontrolable.

Con los hechos sobre la mesa, expertos legales y fuentes vinculadas al caso anticipan que la defensa de Nick Reiner apostará por una estrategia clara: la declaración de no culpabilidad por razón de locura.