Amalio Valdez, uno de los dirigentes del grupo, dijo que los vecinos se instalaron en el portón de acceso a la población, que suele utilizarse para las clausuras en días de lluvias, para no destruir los caminos de tierra.
“Allí nos encargamos de realizar el rociado de los vehículos, de manera particular los camiones transportadores de ganados, y controlar la temperatura corporal de las personas”, dijo Valdez.
La idea es detectar personas que puedan ser portadoras del virus, atendiendo la precariedad sanitaria en los hospitales del departamento, donde no existen salas de terapia o respiradores.
“Lo lamentable del caso es que no tenemos el acompañamiento de personal policial y de manera especial de la gente de blanco, a pesar de nuestro constante reclamo a las autoridades de dichas instituciones”, agregó Valdez.
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“Nosotros nos ingeniamos para conseguir los productos utilizados en la fumigación de los vehículos, gracias a las donaciones de algunas personas, o en algunos casos inclusive compramos con nuestro dinero”, comentó.
La preocupación se acentúa ante la llegada del lunes, cuando se inicia la primera etapa de la “cuarentena inteligente”, que permitirá que más personas circulen.
La comunidad de Toro Pampa está a unos 65 kilómetros del casco urbano de Fuerte Olimpo, y se encuentra en un lugar estratégico de vínculo de varias poblaciones del Alto Paraguay.