Netanyahu ha indicado que no dimitirá si es acusado oficialmente y la ley tampoco le obliga a hacerlo. El primer ministro deberá dejar el cargo si es condenado y agota todos los recursos judiciales con vistas a evitar la condena, lo cual puede llevar años.
La vida política israelí está paralizada desde las elecciones legislativas del 17 de septiembre en las que el partido de Netanyahu y el de su adversario Benny Gantz obtuvieron prácticamente el mismo número de votos aunque ninguno posee, ni siquiera con el apoyo de sus aliados, la mayoría necesaria para gobernar.
Netanyahu, que es primer ministro desde hace 10 años, fue el encargado de formar gobierno por el presidente Reuven Rivlin, pero las conversaciones con Gantz parecen estar en punto muerto.
El mañana tiene previsto reunirse con el exministro de Defensa Avigdor Lieberman, cuyo partido, Yisrael Beitenu, cuenta con ocho escaños.
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’Pruebas sólidas’
Este miércoles, los abogados del primer ministro israelí aseguraron que presentarán “pruebas sólidas” para hacer cambiar de opinión al fiscal general y evitar que su cliente sea oficialmente acusado de fraude, corrupción y abuso de confianza.
“Basándome en los datos de la investigación y en los elementos que tiene el equipo de la defensa del primer ministro, creo que hay pruebas sólidas que van a hacer que el fiscal cambie de opinión” , dijo Ram Caspi, abogado de Netanyahu a su llegada al ministerio de Justicia.
Los abogados de Netanyahu fueron cuestionados por el fiscal general de Israel, Avichai Mandelblit, quien tendrá que decidir si acusa formalmente a Netanyahu, el más longevo de los primeros ministros israelíes.
“El primer ministro no está por encima de la ley pero tampoco por debajo”, agregó su abogado.
Esta audiencia podría durar hasta cuatro días ya que cubre tres casos separados en los que Netanyahu está acusado de aceptar sobornos y abusar de su poder para beneficiar a millonarios empresarios a cambio, por ejemplo, de una cobertura favorable en la prensa.
El primer ministro, que niega todos los cargos, pidió que la audiencia fuera transmitida en directo porque no tiene “nada que esconder”, algo a lo que Mandelblit se negó.
“Último esfuerzo”
En paralelo a esa audiencia, Netanyahu podría verse ante la necesidad de informar a Rivlin de que no logra formar un nuevo gobierno.
Los negociadores del partido Likud de Netanyahu intentarán mantener hoy nuevas reuniones con representantes del partido de Gantz, Azul y Blanco. Sin embargo, este último anunció ayer que no ve razones para estas nuevas reuniones porque no se han aceptado las “condiciones previas” que exige su partido para negociar.
En caso de que Netanyahu informe a Rivlin sobre su incapacidad de formar gobierno, el presidente tendrá que decidir entonces si le pide a Gantz que lo intente.
Rivlin también podría solicitar al Parlamento que escoja un candidato a primer ministro con el voto de al menos 61 de sus 120 miembros.
Hasta ahora, Netanyahu y Gantz se han responsabilizado mutuamente por el fracaso de los intentos de formar gobierno. Ambos están lejos de un entendimiento, empezando por quién debe ser el próximo primer ministro.
Si no se logra ningún acuerdo, podría haber nuevas elecciones en Israel, las terceras en un año. Según Rahat, esta posibilidad favorece a Netanyahu, que podría enfrentarse a la justicia siendo primer ministro.