Desde que Estados Unidos se retiró del pacto nuclear con Irán en 2018 e impuso sanciones a la república islámica, las tensiones entre Washington y Teherán han ido en aumento.

A principios de septiembre, un ataque contra infraestructura petrolera en Arabia Saudita, que Washington atribuye a Irán, recrudeció las tensiones entre ambos países, con nuevas sanciones por parte de Estados Unidos.

Irán estaba preparado a “mantener una negociación fructífera”, señaló Rouhani, refiriéndose a las 48 horas de esfuerzos diplomáticos en Nueva York, el 23 y 24 de septiembre, por parte de su homólogo francés, Emmanuel Macron, quien busca establecer un diálogo entre Rouhani y el presidente estadounidense Donald Trump.

“Desde mi punto de vista, el camino (del diálogo) sigue abierto”, dijo Rohani durante un Consejo de ministros, para luego agregar que "quiero agradecer al presidente francés. Hizo todo lo posible durante esas 48 horas, y en particular durante (las últimas) 24 horas de su estadía en Nueva York”.

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Francia, según el presidente iraní, había preparado un plan “que en cierta manera podría haber sido aceptable” y “si alguien impidió que (el esfuerzo francés) tuviera éxito, fue la Casa Blanca y ningún otro” .

En plena “cúspide (...) de las negociaciones diplomáticas, el presidente estadounidense, por dos veces" en 24 horas “anunció claramente que (Estados Unidos quería) intensificar las sanciones contra Irán”, indicó Rouhani.

“Les dije a nuestros amigos europeos: está bien, pero ¿en qué debemos creer; en lo que están ustedes diciendo, que Estados Unidos está dispuesto (a levantar las sanciones) o lo que dice el presidente estadounidense?”, añadió el presidente iraní, para quien esencialmente hacia falta la confianza que permitiera una reunión.

En ningún momento de su alocución, Rohani dijo si había previsto una eventual conversación con Trump, ya fuera cara a cara o por teléfono.