Investigadores del Instituto Galilea (Migal) en Israel desarrollaron una vacuna contra el coronavirus y la probaron en aves de corral. Realizaron ensayos preclínicos y modificaron genéticamente la dosis para la vacuna en humanos, según publican en un medio Ynetnews, la versión en inglés de Yedioth Ahronoth, un periódico de Israel.
La vacuna fue descubierta durante el proyecto de investigación de la vacuna para el virus de la bronquitis infecciosa, cuya eficacia fue demostrada en ensayos preclínicos. El inicio de la fase de desarrollo de investigación tomará tres meses, informaron desde la agencia de noticias AJN.
La investigación fue liderada por el profesor Jacob Pitkowski y los doctores Chen Katz y Ehud Shahar. Según los datos publicados, el virus en las aves tiene una alta identidad genética con el virus humano covid-19. Durante el estudio también se encontró que el mecanismo de infección de ambos virus es el mismo, lo cual aumenta la posibilidad de iniciar la inmunización de humanos en muy poco tiempo, agrega por su parte el diario El Clarín.
David Zigdon, CEO del Instituto, afirmó: “Existe una gran urgencia en el mundo para desarrollar una vacuna humana para el coronavirus, por lo que estamos trabajando para acelerar el proceso de desarrollo y alcanzar una vacuna contra el covid-19 efectiva durante las próximas 8-10 semanas y un ensayo de seguridad de 90 días. La vacuna desarrollada por nosotros para las aves de corral es oral y también se espera que la vacuna humana sea igual”.
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Zigdon agregó que debido a la urgente necesidad mundial de la vacuna, se llevan a cabo discusiones maratónicas con socios potenciales para ayudar a acelerar los procesos de investigación necesarios para completar la vacuna e iniciar su distribución.
“La vacuna desarrollada por nosotros para aves de corral se administra por vía oral y también se espera que la vacuna humana ofrecida por nosotros sea administrada por vía oral”, añadió Zidgon en conferencia de prensa.
Asimismo, el fundador de Migal, el profesor Dan Levanon, dijo que la duración del proceso de desarrollo de la vacuna depende de las regulaciones de los funcionarios de salud. “En estas condiciones, donde la enfermedad causa daños enormes a medida que empeora, creo que las regulaciones se suavizarán (...) Si (la vacuna) hubiera tenido que someterse a las regulaciones habituales, habría tomado varios años. Por supuesto, sin arriesgar la vida humana”, añadió en otro momento.