El estilo de una y otra se ubica en dos extremos antagónicos. Mientras Letizia se caracteriza por el estilo clásico y minimalista, Máxima no termina por encontrarse en los intrincados dictados de la moda y a veces sorprende con outfits por demás audaces tanto en cortes y colores que salen de lo que dicta el protocolo real para una monarca.
Lo que no falta en el zapatero de Letizia son unos cuantos pares de alpargatas en colores crudo y negro de tacos altos. Los lució recurrentemente en el reciente recorrido que hizo por lugares turísticos de referencia en España con su esposo el rey Felipe. En la travesía se la vio descontracturada con un estilo casual, pero muy moderno. Su comodín fueron los diseños florales combinados con prendas de un solo tono.
Otro ejemplo que marcó tendencia fue su aparición en la misa por los difuntos de covid-19. A la misma asistió de total black con unos stilettos al tono que no pasaron desapercibidos a su entrada a la Catedral de Almudena, en Madrid. En dicha ocasión la acompañaron el rey y las hijas de ambos, la princesa Leonor y la infanta Sofía, quienes replicaron el look de su mamá, vestidas completamente de negro, pero con chatitas, acordes a su edad.
Máxima de Holanda
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En cambio Máxima recibió “por fin” elogios de la prensa especializada por el look total pink con el que hizo una aparición televisiva. El detalle de grandes accesorios, que son su marca personal, no estuvo ausente en ese outfit. Sin embargo, no siempre recibe aplausos, ya que su extrema audacia le lleva a cometer errores como apostar a colores que le no favorecen o cuanto menos no son los apropiados según el protocolo.