Brasil entra en recesión, mitigada por subsidios para enfrentar la pandemia

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La inyección de dinero, a través de los subsidios,  moderó el derrumbe de la economía de Brasil. AFP
La inyección de dinero, a través de los subsidios, moderó el derrumbe de la economía de Brasil.AFP

El Ministerio de Economía de Brasil prevé una contracción de 8% a 10% de su PIB, con lo cual ingresaría formalmente en recesión. El anuncio lo oficializará mañana el gobierno de Jair Bolsonaro. Sin embargo, la caída de la mayor economía de la América Latina sería muy inferior a la de otros países de la región, como México (-17,1%, segundo trimestre) y Chile (-13,4%).

BRASILIA (AFP). Brasil entrará en una recesión mitigada, sin embargo, por las ayudas estatales masivas para enfrentar la pandemia.

El país nunca consiguió emerger del todo de la recesión de 2015 (-3,5%) y 2016 (-3,3%). Los dos años siguientes registraron un débil crecimiento de 1,3%, que se redujo a 1,1% en 2019.

Por su gran peso en las finanzas públicas, los subsidios deberían ser drásticamente reducidos en septiembre y esto genera temores de que, sin esa red, la mayor economía latinoamericana caiga en picada.

El Ministerio de Economía prevé una contracción de 8% a 10% del PIB en el periodo abril-junio respecto al primer trimestre, cuando ya había retrocedido 1,5%, con lo cual el país entrará formalmente en recesión.

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El desplome es sideral, pero “en el mundo actual, parece muy razonable”, sostiene Margarida Gutierrez, profesora de macroeconomía del instituto Coppead de la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ) .

Prueba de ello: ese desmoronamiento sería muy inferior al de otros países de la región como México (-17,1% en el segundo trimestre) y Chile (-13,4%) , o al de economías desarrolladas como Reino Unido (-20,4%), España (-18,5%) y Francia (-13,8%).

La receta no tiene secretos: “El paquete fiscal brasileño fue brutal, enorme”, resume Gutiérrez.

Más de la mitad del esfuerzo provino del subsidio de 600 reales (110 dólares) , que puede llegar a 1.200 en ciertos casos, acordado mensualmente desde abril a 66,4 millones de brasileños, casi un tercio de la población.

Las medidas, que incluyen reducciones de tributos diversos, costaron 505.400 millones de reales (unos 92.000 millones de dólares) y representan un 7,3% del PIB proyectado para 2020. Un porcentaje superior al promedio de 6,3% en 30 países avanzados de la OCDE, según la Secretaría de Política Económica del Ministerio de Economía.

Tensiones fiscales

El auxilio de emergencia también revirtió el desgaste político del presidente Jair Bolsonaro, que en agosto alcanzó sus mejores índices de aprobación.

El problema es que en septiembre esos subsidios se reducirán sustancialmente.

El ministro de Economía, Paulo Guedes, aceptaría prolongarlos hasta diciembre, pero rebajados a 200 reales. Bolsonaro, que pretende ser reelegido en 2022, preconiza un “término medio”, que según analistas podría ser de 300 reales, y ampliar luego otros programas sociales.

Guedes pretende retomar rápidamente su programa de ajustes y privatizaciones, para controlar el gasto.

Perspectivas y pandemia

El Instituto Brasileño de Economía de la Fundación Getulio Vargas (FGV/IBRE) revisó al alza su previsión del PIB en el segundo trimestre, de una caída de 9,8% que vaticinó en junio a una de 8,8% en su última estimación de agosto.

También mejoró su expectativa para 2020, de -6,4% a -5,4% sobre 2019.

Todo eso, pese a la destrucción de 9 millones de empleos, en un país donde el covid-19 sigue golpeando con fuerza, con un balance de unos 120.000 muertos.