Trump viajó este viernes con su esposa Melania al campo donde hace exactamente 19 años se estrelló uno de los cuatro aviones secuestrados por yihadistas, en Shanksville, Pensilvania, un estado clave para las elecciones del 3 de noviembre.
El presidente dejó de lado su divisiva retórica para hacer hincapié en el patriotismo y la unidad nacional.
“En los días y semanas después del 11/9, ciudadanos de todas las religiones, de todos los orígenes, colores y creencias se unieron, rezaron juntos, hicieron duelo juntos, y reconstruyeron juntos”, dijo Trump.
“Resolvemos mantenernos unidos como una sola nación estadounidense, defender nuestras libertades y valores, amar a nuestros vecinos y a nuestro país, cuidar a nuestras comunidades, honrar a nuestros héroes y nunca, nunca olvidar”, añadió.
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Fue en ese campo de Shanksville donde se estrelló el vuelo 93 de United luego de que los pasajeros y la tripulación intentaran retomar el control de la nave secuestrada por cuatro yihadistas, que se dirigía posiblemente hacia el Congreso.
Las 44 personas a bordo murieron.
Biden también viajó a Shanksville con su esposa Jill, pero no se cruzó con Trump, que ya había partido.
En el memorial dedicado al vuelo 93 y frente a unos 200 espectadores, Biden dejó una corona de flores blancas en el muro donde están grabados los nombres de las víctimas.
El candidato y su esposa conversaron con familiares, y luego visitaron una estación local de bomberos repartieron una torta y cervezas.