Los científicos esperan que esas muestras, apenas 0,1 gramos de “polvo estelar”, puedan ayudar a desentrañar los misterios del origen de la vida y de la formación del universo.
La entrada en la atmósfera terrestre de la pequeña cápsula fue espectacular, trazando un limpio arco en la noche que pudo ser recogido por las cámaras en Australia, donde aterrizó en una zona aislada.
La sonda, que se soltó de la nave espacial japonesa Hayabusa-2, entró en la atmósfera hacia las 02:30 hora de Japón.
“¡Hemos encontrado la cápsula! ¡Con el paracaídas!”, informó la misión.
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“Seis años después, por fin vuelve a la Tierra”, narró antes un responsable del programa espacial japonés en directo, mientras otros saltaban y festejaban emocionados en la sala de control.
La sonda, con un peso de unos 600 kilogramos y con un tamaño que en su lado mayor llega a 1,6 metros (sin las placas solares extendidas), fue lanzada el 3 de diciembre de 2014, y es sucesora de otro artefacto que en junio de 2010 trajo a la Tierra muestras del asteroide Itokawa.
Hayabusa2 ha recorrido unos 5.273 millones de kilómetros en su trayectoria.
Hayabusa2 estuvo en las proximidades del asteroide Ryugu durante año y medio y llegó a aterrizar en su superficie el 22 de febrero de 2019, por primera vez, y volvió a hacerlo el 11 de julio de 2019.
Las muestras que tomó allí fueron transportadas dentro de una cápsula que Hayabusa2 arrojó desde fuera de la atmósfera a una zona desértica del sur de Australia para completar la etapa clave de su misión, antes de seguir explorando el espacio.
Por un lado la sonda pudo recoger polvo de la superficie, y posteriormente material del interior de Ryugu que fue capturado al dispararle un proyectil.
Los científicos creen que este material no ha cambiado desde la formación del universo.
En comparación, planetas como la Tierra y otros cuerpos celestes sufrieron cambios profundos a lo largo de la historia, tanto en su superficie como en el interior, básicamente a través de enormes procesos de calentamiento.
Los científicos están especialmente interesados en descubrir si las muestras contienen materia orgánica, que podría haber ayudado a originar vida en la Tierra.
