A diez años de la operación que acabó con el terrorista más buscado

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OPERACIÓN DE 2011 EN QUE MURIÓ BIN LADEN
OPERACIÓN DE 2011 EN QUE MURIÓ BIN LADENArchivo, ABC Color

Los servicios de espionaje más poderosos del mundo, los de EE.UU., dedicaron diez años para encontrar al terrorista más buscado del mundo, Osama bin Laden, una cacería para la que se emplearon los medios más sofisticados, pero en la que resultó vital el factor humano.

WASHINGTON (EFE, AFP). Al final la clave estaba en el mensajero: La pista que llevó hasta el escondite de Bin Laden en Abbottabad (Pakistán) fue una llamada telefónica interceptada por EE.UU., realizada por el mensajero de confianza del jefe de Al Qaeda, Abu Ahmed al Kuwaiti.

Al Kuwaiti servía de vínculo entre Bin Laden y sus militantes, porque la residencia de tres pisos que ocupaba el dirigente de Al Qaeda no tenía líneas telefónicas ni internet.

En la víspera del noveno aniversario de los atentados del 11 de septiembre, la CIA dijo al presidente Barack Obama que tenían la mejor pista en años para encontrar a su arquitecto principal, el líder de Al Qaeda, Osama bin Laden.

A través del mensajero, los espías de EE.UU. localizaron la residencia de Abbottabad, donde detectaron a una persona que salía a caminar todos los días a un patio interior de la vivienda, pero que nunca salía al exterior.

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El exdirector de la CIA John Brennan, entonces principal asesor antiterrorista de Obama, contó lo que calificó como la operación “más intensa, secreta y bien planificada” de su carrera: la incursión de alto riesgo de las Fuerzas Especiales el 1 de mayo de 2011 que acabó con Bin Laden.

Esa noche había luna menguante y 32 grados de temperatura en Abbottabad.

La CIA advirtió que su información necesitaba ser corroborada, pero en la reunión informativa había entusiasmo por la posibilidad de atrapar por fin al fugitivo más buscado de Estados Unidos.

“Aspirábamos a encontrar al hombre y a dar a las víctimas del 11-S la justicia que merecían”, dijo Brennan.

A finales de diciembre, en medio de un intenso secretismo, los funcionarios de la Casa Blanca empezaron a pensar en una operación en torno a una maqueta del complejo del de tamaño de una mesa.

Una de las opciones –un ataque con misiles de precisión– podría dejarles sin pruebas de que habían matado a Bin Laden.

La segunda opción, un asalto con helicóptero en una noche sin luna, conllevaba enormes riesgos.

Los soldados estadounidenses podrían morir en un tiroteo o quedar atrapados en un enfrentamiento con las fuerzas pakistaníes –que no fueron advertidas de la misión– y que podían salir a defender su territorio.

El jueves 28 de abril de 2011, Obama se reunió con altos funcionarios en la Sala de Crisis subterránea de la Casa Blanca.

A juicio del profesor de Seguridad Nacional de la Universidad Saint Johns Keith Cozine, si se tardó diez años en averiguar el paradero de Bin Laden fue porque se buscó en el lugar incorrecto.

“La visión común era que se estaría escondiendo en un sitio más remoto, y no en Abbottabad, que básicamente está cerca de la versión paquistaní de West Point”, recordó Cozine.

Que Bin Laden viviera en Abbottabad, a 60 kilómetros de Islamabad (la capital), estaba lejos de lo que se pensó durante años, porque básicamente suponía que estaba escondido “a plena vista”.

A la mañana siguiente, Obama dio el visto bueno a la incursión de las Fuerzas Especiales el domingo por la tarde, hora estadounidense, mientras Brennan seguía revisando el plan.

Los altos funcionarios de seguridad y defensa se reunieron en la Sala de Crisis el domingo para prepararse.

Cuando los helicópteros salieron de Afganistán para el vuelo de 90 minutos a Abbottabad, los funcionarios se dirigieron a una estrecha sala lateral donde el general de brigada Brad Webb supervisó la acción en un ordenador portátil, comunicándose en tiempo real con el jefe de Operaciones Especiales, el almirante Bill McRaven.

Uno de los dos helicópteros se había estrellado, por lo que tendría que llegar uno de refuerzo.

No había ninguna señal de vídeo desde el interior del complejo. Después de unos 20 minutos, “McRaven recibió de los asaltantes la frase ‘Gerónimo, Gerónimo’”. Bin Laden había sido localizado; y en el tiroteo resultó muerto.