"Tres insurgentes dispararon indiscriminadamente contra un consejero municipal del BJP llamado Rakesh Pandita, que estaba visitando a su amigo en Tral", en el sur de Cachemira, afirmó la Policía regional en un comunicado.
En el ataque, que tuvo lugar en la noche del miércoles, también resultó herida por bala la hija del amigo que Pandita había ido a visitar.
Pandita contaba con la protección de dos guardias armados pero, informó la Policía, "cuando tuvo lugar el incidente no estaba acompañado ya que violó los procedimientos de seguridad y fue a su pueblo natal sin escolta".
Las autoridades han endurecido los protocolos de seguridad de las personas que cuentan con protección policial tras el ataque.
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La situación de seguridad en la región, disputada por la India y Pakistán desde su independencia del Imperio británico, continúa siendo volátil a pesar de ser uno de los territorios más militarizados del mundo.
La Policía informó este jueves de la muerte de un ex insurgente detenido el pasado domingo, Mohammad Amin Malik, que según la versión oficial fue tiroteado tras robar el fusil de uno de los oficiales durante su interrogatorio.
El asesinato del líder del BJP llega después de una ola de ataques mortales contra trabajadores y miembros del partido gobernante en 2020.
Tres miembros de la formación nacionalista hindú fallecieron en octubre del año pasado en un ataque insurgente.
En agosto, se registraron al menos cinco ataques mortales en medio de una ola de resentimiento contra el Gobierno indio, desde que el Ejecutivo de Modi decidió en agosto de 2019 acabar con el estatus constitucional de semiautonomía de Cachemira y dividir el territorio en dos zonas controladas directamente por Nueva Delhi.
La decisión fue acompañada de limitaciones a las libertades de reunión y movimiento en toda la región sin precedentes y que duraron meses, así como de un bloqueo a las comunicaciones telefónicas y de internet.
