Qala-e-Naw se convertía ayer en la primera capital provincial afgana en caer en manos de los insurgentes desde la firma del acuerdo para la paz con Estados Unidos en febrero del pasado año en Doha, después de que se rindieron unos 600 miembros de las fuerzas de seguridad y algunos altos funcionarios de la Policía provincial.
Pero tras varias operaciones defensivas en las que al menos 69 insurgentes murieron y otros 23 resultaron heridos, las fuerzas de seguridad afganas lograron hoy recuperar el control de la ciudad.
"Sí, la ciudad está completamente despejada de la presencia terrorista y ahora no hay combates dentro de ella", informó a Efe el portavoz adjunto del Ministerio de Defensa, Fawad Aman.
Por su parte, un portavoz de los talibanes, Zabihullah Mujahid, también confirmó que sus combatientes abandonaron la ciudad de Qala-e-Naw sin oponer resistencia y explicó el plan consistía en ingresar a la ciudad para evitar saqueos después de la retirada de las fuerzas de seguridad.
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
Sin embargo, la ciudad todavía no ha recuperado la normalidad y aún hay enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y los talibanes, según informó a Efe el representante de la provincia de Badghis en la Cámara Baja del Parlamento, Zyauddin Akazoy.
Los ciudadanos de la urbe todavía se encuentran en estado de pánico y encerrados en sus casas; los negocios y tiendas permanecen cerrados desde ayer.
Para más inri, los talibanes liberaron a todos los presos de la cárcel provincial, incluidos los reos insurgentes, durante la captura parcial de la población.
"Las fuerzas de seguridad deben lanzar fuertes ofensivas para asegurar la ciudad y devolverla a la normalidad", concluyó Akazoy.
MÁS ENFRENTAMIENTOS
En las últimas 24 horas hubo combates en al menos 12 de las 34 provincias afganas, en los que fallecieron 107 talibanes y otros 58 resultaron heridos, de acuerdo con las actualizaciones diarias del Ministerio de Defensa.
También se registraron feroces enfrentamientos en provincia occidental de Herat, en donde los talibanes capturaron los distritos de Kishk-e-Kohna y Zindajan.
La oficina del gobernador de Herat confirmó en un comunicado la captura de ambos distritos y explicó que las fuerzas de seguridad afganas se retiraron de ellos para evitar que hubiera víctimas civiles.
La provincia de Badghis, de la que es capital Qal-e-Naw, está situada en el noroeste de Afganistán y es una de las zonas más subdesarrolladas del país; sin embargo, posee una relevante posición estratégica tanto para el Gobierno como para los talibanes porque comparte frontera con Turkmenistán y conecta las provincias del noroeste del país con Herat.
EL CAMINO HACIA LA PAZ
Paralelamente, el Gobierno afgano y los insurgentes llamaron hoy a alcanzar una solución pacífica tras un encuentro en Teherán en el que ambas partes se reunieron para tratar "asuntos bilaterales" y mantener un encuentro con políticos afganos sobre cómo resolver el conflicto afgano "a través del diálogo".
En una declaración conjunta, ambas partes concluyeron que "la guerra no es la solución definitiva para el problema de Afganistán" y que "todos los esfuerzos deben centrarse en una solución pacífica y política".
También acordaron reunirse en un futuro próximo para tratar temas como la redacción de un mecanismo de transición para transformar la guerra en una paz permanente, o la creación de un sistema islámico totalmente acordado.
AYUDA INTERNACIONAL
El aumento de la violencia por parte de los talibanes, sumado a problemas como la sequía, obligaron en los últimos dos años más de cinco millones de afganos a desplazarse a otras zonas del país.
Por este motivo, el Gobierno afgano pidió este jueves ayuda a la comunidad internacional para responder a las necesidades urgentes de los afganos y frenar así el éxodo de desplazados en el país, apuntó hoy en una rueda de prensa en Kabul el ministro de Estado para la Gestión Nacional de Desastres de Afganistán, Ghulam Bahauddin Jailani.
En el último mes y medio, un total de 32.384 familias se han trasladado a otro destino en 26 de las 34 provincias afganas, añadió el ministro.
El incremento de los desplazamientos, que se han intensificado en las últimas semanas, coincide con el reciente aumento de la violencia armada por parte de los talibanes desde que el pasado 1 de mayo, Estados Unidos y la OTAN iniciaron el proceso de retirada de tropas internacionales tras dos décadas de guerra.
Durante este tiempo, los talibanes han ganado rápidamente grandes extensiones del territorio en casi todo el país y han capturado alrededor de 110 de los 407 distritos afganos.
