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Las misiones diplomáticas en Kabul de Australia, Canadá, República Checa, Estados miembros de la Unión Europea, Japón, Corea, la OTAN y Estados Unidos pidieron a través de un comunicado conjunto "el fin urgente a la ofensiva militar en curso de los talibanes que frustra los esfuerzos para llegar en una solución negociada al conflicto" y que afecta y desplaza a la población civil.
"Condenamos los continuos asesinatos selectivos que tienen lugar en todo Afganistán, la destrucción de infraestructura vital y las amenazas, declaraciones y otras acciones contra los logros conseguidos por los afganos en los últimos veinte años, logros que hemos apoyado firmemente", señalaron en el escrito.
La ofensiva de los talibanes está en "contradicción directa" con su afirmación de apoyar un arreglo negociado y con el proceso de paz de Doha y ha provocado la pérdida de vidas afganas inocentes.
El llamamiento de la comunidad internacional se produce en un momento en que la violencia aumenta sin precedentes en Afganistán, tras la retirada de las fuerzas de Estados Unidos y la OTAN el 1 de mayo.
Durante los últimos dos meses y medio, los talibanes han aumentado rápidamente sus ganancias territoriales y han capturado alrededor de 130 centros de distrito, una conquista territorial inédita en las últimas dos décadas de guerra.
En los distritos ocupados por los talibanes, los habitantes han informado de los intentos de los talibanes de reprimir los derechos humanos de las mujeres y las niñas y de cerrar los medios de comunicación públicos y privados, sostuvieron en la declaración las misiones extrajeras.
"En nombre de nuestras respectivas misiones, condenamos con vehemencia estas y otras acciones que violan los derechos humanos de los ciudadanos afganos", reclamaron.
Este llamado se une al de la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA) que ha pedido no solo a los insurgentes, sino también al Gobierno de Kabul, que acuerden un alto el fuego permanente y completo y participen plenamente en las negociaciones de paz.
El Gobierno afgano y los talibanes han comenzado nuevos esfuerzos para acelerar las estancadas conversaciones de paz intraafganas, que han estado en curso en Catar durante los últimos 10 meses sin ningún avance significativo.
Un nuevo grupo de representantes del Gobierno y el equipo de los insurgentes mantuvieron negociaciones en Catar el pasado 17 al 18 de julio con la intención de revivir las conversaciones.
La reunión de dos días de duración terminó anoche con una declaración conjunta en la que ambas partes enfatizaron la necesidad de continuar los encuentros de alto nivel en el futuro y la necesidad de acelerar las negociaciones para alcanzar un acuerdo político.