Diplomáticos graduados brasileños homenajean a víctima de dictadura e incomodan a Cancillería

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José Jobim, embajador de Brasil en Paraguay entre 1957 y 1959.
José Jobim, embajador de Brasil en Paraguay entre 1957 y 1959.

Este año, los graduados del Instituto Rio Branco escogieron como “patrón” de su promoción al embajador José Jobim, asesinado por la dictadura militar de su país luego de denunciar supuestas irregularidades en la construcción de la represa de Itaipú. La Cancillería brasileña tuvo que realizar “a escondidas” la ceremonia de graduación, uno de los eventos más importantes del año, para que el homenaje a Jobim no se tome como una crítica indirecta al presidente Jair Bolsonaro.

Uno de los eventos más importantes de cada año para la Cancillería de Brasil es la ceremonia de graduación de estudiantes del Instituto Rio Branco, la escuela de formación de diplomáticos del país, un evento que cada año se realiza con presencia de cientos de personas y con participación del presidente de Brasil.

Sin embargo, este año la Cancillería realizó el evento de forma discreta y privada, reportó el diario Folha de Sao Paulo, que especula que esa decisión se debe no a precauciones por la pandemia de covid-19, como dijo el Palacio de Itamaraty, sino por la decisión de los graduados de este año de elegir como “patrón” de su promoción al diplomático José Jobim, asesinado por la dictadura militar brasileña que el presidente brasileño Jair Bolsonaro reivindica frecuentemente.

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A diferencia de años anteriores, la graduación de este año –celebrada este jueves– se hizo a puertas cerradas a la prensa y sin transmisión.

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Sobre la excusa proveída por Itamaraty de que la ceremonia se haría a puertas cerradas por precaución sanitaria, Folha señaló que la pandemia de covid-19 no impidió que la ceremonia de 2020 se realizara con un importante número de asistentes y con presencia del presidente Bolsonaro.

Para la ceremonia de hoy, el mandatario brasileño simplemente envió un mensaje grabado a los graduados.

JOSÉ JOBIM, EMBAJADOR EN PARAGUAY Y DENUNCIANTE DE CORRUPCIÓN EN ITAIPÚ

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Jobim fue embajador de Brasil en Paraguay entre 1957 y 1959, al inicio de las negociaciones para la construcción de la represa de Itaipú sobre el río Paraná.

En el 15 de marzo de 1979, Jobim dijo que estaba escribiendo un libro de memorias en que detallaba irregularidades en la construcción de Itaipú, incluyendo escandalosos sobrecostos. Días después, Jobim fue a visitar a un amigo y no regresó a su casa. Su cuerpo sin vida fue hallado el 24 de marzo, colgado de un árbol.

La muerte de Jobim fue originalmente declarada un suicidio, a pesar de detalles sospechosos que apuntaban a un homicidio.

En septiembre de 2018 el Gobierno brasileño corrigió el certificado de muerte de Jobim, admitiendo que el diplomático fue secuestrado, torturado y asesinado por agentes de la dictadura.