Los ataques se concentraron en un centro de fabricación de cohetes y en la instalación militar de Khan Younis, que contiene una fábrica de cemento que utiliza para "construir túneles terroristas y está ubicada a propósito en un área civil adyacente a una mezquita y una planta de tratamiento de agua", indicó un portavoz militar.
"Esta es una prueba más de cómo la organización terrorista Hamás coloca deliberadamente activos militares junto a la infraestructura civil", señaló un comunicado del Ejército.
Las tensión en Gaza ha permanecido alta en medio de los esfuerzos por apuntalar la tregua que puso fin a la escalada de mayo, y ayer lograron un nuevo acuerdo sobre el mecanismo de la entrada de dinero de Catar para familias necesitadas y funcionarios de la Franja, que se hará mediante transferencias bancarias con la mediación de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y la ONU.
Israel rechazaba la fórmula anterior que consistía en la entrada del dinero en metálico en maletines, al considerar que de esa forma nadie podía fiscalizar que se hacía con él y que iba a parar a "terroristas de Hamás".
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El acuerdo se selló ayer con el visto bueno de Hamás e Israel, después de más de tres meses de negociaciones que estuvieron a punto de romper la relativa calma en el enclave, gobernado de facto desde 2007 por el movimiento islamista.
"Nuestro pueblo palestino en la Franja de Gaza está decidido a lograr todas sus demandas y romper el asedio, ya no aceptamos un alivio gradual de las restricciones", amenazó durante el fin de semana el portavoz de Hamás, Abdel Latif al Qanou, que llamó a retomar el lanzamiento de globos incendiarios a Israel por el bloqueo militar por tierra, mar y aire al que tiene sometido el enclave desde hace 14 años.
En las últimas semanas también han aumentado las protestas de las llamadas "unidades de confusión nocturna" frente a la valla de separación, en la frontera con Israel, en las que activistas y militantes queman neumáticos, lanzan granadas de sonido y piedras contra las tropas israelíes allí apostadas, que suelen responder con munición real.
Las "unidades de confusión nocturna" no se vinculan oficialmente a Hamás, aunque se entiende que sus protestas -que han dejado cuatro muertos- se llevan a cabo con el consentimiento del grupo, considerado terrorista por Israel.
