Hasta las 19.00 hora local (17.00 hora GMT), el recuento de la Comisión Electoral Independiente (IEC, por sus siglas en inglés) adjudicaba al CNA un 45,84 % del total nacional de los votos emitidos en las elecciones municipales del pasado 1 de noviembre.
De mantenerse estas cifras al cierre del recuento (que avanza muy lento y obstaculizado por los cortes de luz rotativos en el país), se cumplirán los malos presagios que apuntaban a que el oficialismo registraría sus peores niveles de apoyo en 27 años de democracia.
Sería la primera vez que el CNA no lograría sumar al menos un 50 % de los votos y fracasaría en sus metas de recuperar la mayoría absoluta en las alcaldías más importantes del país, como la de Pretoria o Johannesburgo (centro), e incluso podría perder la que tenía en Durban (este).
"No somos los perdedores, somos el partido ganador", recalcó en declaraciones a la prensa Jessie Duarte, la secretaria general en funciones del CNA, tras incidir en que unas municipales no tienen el mismo significado que unas elecciones generales.
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Duarte, no obstante, admitió que la pérdida de apoyo del oficialismo y la notable caída de la participación en estos comicios -que podría haber sido la más baja desde el fin del sistema de segregación racista del "apartheid"- indican que los sudafricanos están "decepcionados" con la gestión del CNA.
Entre los principales escollos que vienen desgastando al CNA figuran los grandes escándalos de corrupción, las profundas desigualdades sociales sin resolver (herencia, en gran medida, de los tiempos del "apartheid") y el elevado nivel de paro (alrededor del 34 %) de la economía más desarrollada de África.
Pero los sudafricanos castigaron también en estos comicios, de manera directa, la mala gestión del CNA en sus ayuntamientos y los problemas con los servicios básicos, como la electricidad o el agua corriente.
Pese a esto, con los datos actuales del recuento, tampoco los principales grupos de la oposición logran capitalizar el varapalo al CNA, lo que provocará que un número creciente de alcaldías sudafricanas dependan de coaliciones y pactos políticos con partidos más pequeños y/o de nuevo cuño.