Hungría registra números cada vez más altos de nuevos contagios mientras que su programa de vacunación sigue estancado, con un 60% de la población inmunizada con pauta completa.
Según datos de la plataforma Our World in Data, el promedio diario de nuevos contagios en Hungría fue en los últimos siete días de casi 8.000 casos, mientras que el número medio de fallecidos fue de 127.
El Gobierno había ordenado ayer que a partir del sábado será obligatorio el uso de mascarillas en todos los espacios cerrados públicos mientras que los empleados sanitarios deberán vacunarse con una tercera dosis.
El primer ministro húngaro, el ultranacionalista Viktor Orbán aseguró hoy en su declaración semanal a la radio pública Kossuth que el país "está hasta el 'cogote' en la cuarta ola (de la pandemia) aunque los números seguirán aumentando".
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Por eso, el Gobierno ha decidido prohibir que los sanitarios y los miembros de las fuerzas de seguridad, la policía o el ejército, puedan dejar su trabajo, ya que se necesitan para la lucha contra la pandemia.
Orbán enfatizó que en la situación actual "no será posible abandonar ciertos oficios" y al hablar sobre la importancia de vacunarse afirmó que "hay que convencer a los negacionistas".
En todo caso, el propio primer ministro dejó entrever que él mismo tiene ciertas dudas sobre la ciencia.
"Yo no creo todo ni en todos los aspectos a la ciencia, porque requiere tiempo que sus afirmaciones se demuestren, a veces décadas", dijo Orbán. "La ciencia no es una religión, no es dios, en quien se puede confiar y se puede creer", agregó.
Sin embargo, reconoció que "la ciencia tiene resultados demostrados. También en el asunto de las vacunas".
