Fuentes próximas a la investigación indicaron este martes a Efe que este hombre, de origen marroquí, movía discretamente grandes cantidades de droga desde su residencia en Barcelona (noreste español), donde pasaba inadvertido.
Era buscado también por las autoridades francesas y belgas y por la agencia antidroga DEA de Estados Unidos.
El sospechoso, que comenzó su actividad delictiva con el tráfico de hachís, contaba con logística y contactos que le permitían adquirir cocaína en Colombia.
Luego la llevaba hasta el golfo de Guinea para trasladarla después a Europa, muchas veces por medio de la infraestructura de los clanes narcotraficantes del estrecho de Gibraltar, como lanchas rápidas.
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La operación comenzó por orden de un juzgado de San Roque, en la provincia costera de Cádiz (sur español), que comenzó a investigar un cargamento de cocaína.
