La entidad financiera podría mantener su política de flexibilidad monetaria, debido a que los signos de recuperación económica de la tercera economía mundial en el último trimestre son todavía incipientes, según apuntan los analistas y recogen los medios locales.
Además, la inflación en Japón sigue siendo moderada, lo que contrasta con la Unión Europea y Estados Unidos, país este último donde la Reserva Federal ha acordado tres aumentos de las tasas de interés para el año próximo y retirar antes de lo previsto las compras de bonos para hacer frente al auge de precios.
El BoJ planea ir retirando el apoyo financiero a las grandes empresas, según apuntan los medios locales, pero mantendría la ayuda a las pequeñas y medianas empresas, más golpeadas por la crisis.
La recuperación económica en Japón difiere según el tipo y tamaño de empresas, con diferencias entre los fabricantes y proveedores de servicios y entre grandes corporaciones y pymes, con mayores necesidades de financiación estas últimas.
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Según informó el BoJ este lunes en su informe de coyuntura trimestral, conocido como Tankan, la confianza empresarial en la evolución de la economía japonesa se mantiene estable y en el mismo nivel de septiembre, tras evolucionar positivamente desde junio.
La revitalización económica en el archipiélago coincide estos últimos meses con la drástica disminución de contagios en todo el país, la alta tasa de vacunación de la población y el levantamiento de unas restricciones que limitaron la actividad económica, principalmente en el sector servicios.
Durante la pandemia el BoJ otorgó fondos a los bancos para extender los préstamos a las empresas afectadas por la crisis económica derivada, así como la compra extensiva de bonos corporativos y de pagarés para combatir los efectos de la crisis sanitaria.
El BoJ mantiene los tipos de interés a corto plazo en un 0,1 % negativo a través del control de la curva de rendimientos y orienta el rendimiento de bonos del estado a 10 años en torno al interés cero.
El índice de precios de consumo (IPC) subió en Japón un 0,1 % el pasado octubre con respecto al mismo mes de 2020, debido principalmente al encarecimiento de la factura energética.