Diego Moncayo: El ecuatoriano que huyó de Kiev y terminó en la frontera rusa

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Fernando Arroyo LeónQuito, 1 mar (EFE).- Diego Moncayo es para las autoridades ecuatorianas un caso especial, pues al momento del bombardeo en el aeropuerto de Kiev salió huyendo con sus tres compañeros de apartamento, embarcaron en un tren, no se percataron del rumbo y terminaron en la frontera con Rusia.

Así lo relató a Efe su madre Jeaneth Mendoza, que logró hablar con Diego el mismo día del bombardeo y desde entonces no se ha separado del teléfono móvil esperando noticias suyas.

"Vi las noticias y le llamé", relató la madre tras contar que su hijo vivía en Kiev en un apartamento compartido con otro joven ucraniano y dos chicas de esa misma nacionalidad.

Esa noche, los jóvenes ucranianos habían llamado a Diego para advertirle de que saliera de inmediato hasta la zona del metro, donde le esperaban para tomar una decisión, porque la situación "se va a poner fea".

"Tenemos que salir de aquí", se dijeron y fueron a comprar billetes de un tren que saldría a las nueve de la noche del mismo día, pero que se había retrasado, mientras corrían los rumores sobre el inminente bombardeo.

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Según comentó Jeaneth, su hijo y compañeros no sabían que pasaba con el tren ni su rumbo y luego se percataron que estaban en Sumy, muy cerca de "la zona de conflicto", con una oscuridad inmisericorde y en medio de un toque de queda.

"Está todo oscuro y no se ve nada", había dicho Diego mientras hablaba con su madre que le sugirió buscar una escuela o una universidad donde obtener refugio.

"Se fueron a una escuela, donde durmieron, y me dijo que ahí habían 250 personas". Al alba salieron a la carretera para hacer autostop, pero ningún conductor les ayudó.

Regresaron a la escuela y se emocionó al ver unos tres carros grandes que él creía que eran de ayuda humanitaria, continuó la madre con el relato que entrecortó, al recordar que en ese momento uno de los compañeros de viaje de su hijo le había advertido de que los camiones seguramente pertenecían al ejército ruso.

"Las chicas empezaron a llorar desconsoladamente" y los muchachos fueron a explorar el lugar para planear un escape por la parte trasera de la escuela, donde encontraron a militares en posición de combate.

"Eran ucranianos", por los distintivos que llevaban en sus ropas, lo que les motivó a seguir por el camino que custodiaban, justo antes que empezaran a escucharse tiros.

El cuarteto de jóvenes se embarcó como pudo en un vehículo de abastecimiento de comida para las tropas ucranianas, hasta que lograron llegar a un sitio entre Sumy y Kiev, donde una de las chicas tenía una casa.

Jeaneth dijo estar muy preocupada por la situación de su hijo, pues los esfuerzos diplomáticos para evacuar a los ecuatorianos se han concentrado al otro lado de Ucrania, en las fronteras con Polonia, Eslovaquia y Rumanía.

Las autoridades ecuatorianas ya han contactado con ella y con su hijo, pero la mujer aseguró que aún no tiene resultados sobre la ayuda que recibiría Diego para tratar de abandonar Ucrania de una forma segura.

El caso relatado por Jeanneth sobre su hijo, es uno de los muchos dramas que viven las familias de los más de 700 ecuatorianos que fueron sorprendidos por la operación militar rusa en Ucrania.

Hasta la tarde de este lunes, más de 380 ecuatorianos habían logrado salir de Ucrania luego de cruzar las fronteras hacia países vecinos, la mayoría de ellos por sus propios medios o con la ayuda de las autoridades de su país.

Según los datos obtenidos por las autoridades ecuatorianas, 250 ecuatorianos habían logrado llegar ya a Polonia, 48 a Eslovaquia, 71 a Hungría, 10 a Moldavia y 2 a Rumanía.