Bustamante, que se desempeñó hasta ayer como secretario general del mismo ministerio, juró al cargo ante el jefe de Estado en un salón del Palacio de Gobierno, cuatro días después de la renuncia de su antecesor Juan Silva.
Con la presencia de Bustamante, el gabinete presidido por Aníbal Torres podrá acudir en pleno al Parlamento para pedir el voto de confianza a las políticas del gobierno y poner fin a un ambiente de crispación política en el que se llegó a evaluar una moción de destitución contra Castillo.
La salida de Silva del gabinete se produjo el mismo día que el Legislativo debatía una moción de censura en su contra por las denuncias de presunta corrupción difundidas por la prensa que han implicado además al presidente de la República.
Además, se cuestionó su presunta falta de idoneidad y experiencia para ejercer el cargo, que sin embargo ocupó desde el inicio de la gestión de Castillo, el 28 de julio de 2021.
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La urgencia del debate respondía a la acusación de una aspirante a colaboradora eficaz de la fiscalía, Karelim López, de que el mandatario peruano estaba implicado en una mafia corrupta enquistada en el ministerio de Transportes y Comunicaciones.
Según los medios locales, López, una gestora de intereses con vínculos en las altas esferas del poder en el país, señaló que Silva estaba vinculado con ese caso, así como otros empresarios y políticos, entre ellos cinco congresistas del partido Acción Popular, quienes han rechazado de manera tajante esa afirmación.
Castillo respondió que las "especulaciones" de la prensa tienen como objetivo "atentar contra la democracia" y llamó a la comunidad internacional para activar la Carta Democrática Interamericana para hacer frente a "cualquier intento desestabilizador y de golpe" en el país.
A pesar del revuelo que generó su presencia en el Ejecutivo, Silva se despidió del cargo con un celebración amenizada por mariachis que generó el enfado y rechazo de representantes de la oposición política.
Según imágenes difundidas por medios locales, Silva fue recibido en el patio del ministerio por trabajadores de su despacho al ritmo de mariachis, que interpretaron temas como "El rey" y "Amigo", del brasileño Roberto Carlos.
Las imágenes mostraron que el ministro saliente incluso bailó mientras era aplaudido por los demás participantes.
"En una palabra, ridículo, porque verdaderamente eso no se debe hacer. ¿Qué quiere mostrar, popularidad? ¿Respaldo de qué? En una sola palabra: es ridículo", afirmó el segundo vicepresidente del Congreso, Enrique Wong, miembro del partido opositor Podemos Perú.
