Lo anunció este miércoles el secretario de Estado de Migraciones, Jesús Perea, quien explicó que se está adaptando el sistema para acoger a muchas más personas "en la medida en que se pueda producir ese flujo", dijo.
Fuentes de ese organismo explicaron a Efe que esas mil personas son las que carecen de recursos habitacionales, pero que "muchas más" han sido atendidas sin necesidad de tener que ser alojadas.
En España hay más de 112.000 ucranianos emigrantes y muchos compatriotas vinieron por sus propios medios y están acogidos por familiares.
Perea, durante la presentación del plan de recepción y acogida, advirtió de que España se enfrenta a un escenario de desplazamientos masivos y hay que estar preparados, por lo que será "inminente" la apertura de los tres grandes centros de recepción situados en Madrid, Barcelona (noreste) y Alicante (este), ya que auguró que este país no será un punto de tránsito, sino de destino.
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Los refugiados ucranianos podrán acogerse a la directiva europea de protección temporal que se activó la semana pasada, por la que se concede un permiso de residencia inmediata durante un año ampliable a tres, la posibilidad de trabajar y acceso a la educación, asistencia social, atención médica o de otro tipo y medios de subsistencia.
El Gobierno español ya la ha apuesto en marcha y, además de acoger a quienes huyen de la guerra, como marca la UE, también regularizará a todos los ucranianos que viviesen en España antes de la invasión rusa, ya sea en situación regular o irregular.
Para facilitar la acogida de estas personas, habrá una coordinación entre los distintos ministerios involucrados, los gobiernos regionales y los ayuntamientos, así como la colaboración de entidades que trabajan en la protección internacional.
Por su parte, el ministro consejero de la Embajada de Ucrania en Madrid, Dmitri Matyushenko, que asistió al acto, apeló al Gobierno para "que se pronuncie de manera más clara" en el proceso de integración de Ucrania "en la familia de la Unión Europea".