Cientos de desplazados por choques de rebeldes del M23 y el Ejército de RDC

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Kinshasa, 28 mar (EFE).- Cientos de civiles se han visto desplazados por los combates que desde anoche libran el grupo rebelde M23 y el Ejército de la República Democrática del Congo (RDC) en el noreste del país, confirmaron hoy a Efe fuentes de la ONU.

Los rebeldes sorprendieron anoche a los militares de la RDC en las posiciones de Chanzu y Runyonyi, ambas situadas en el territorio de Rutshuru, en la provincia de Kivu del Norte.

Desde que empezaron los combates, "centenares de civiles" han huido a la vecina Uganda, confirmó a Efe una de las portavoces del Alto Comisionado para los Refugiados de la ONU (ACNUR) para Uganda, Wendy Kasujja.

"Aún no tenemos cifras (definitivas), pero podemos confirmar que un gran número de personas ha entrado en Uganda o está en la frontera de la RDC preparada para entrar", declaró Kasujja.

"Mientras les hablo, existen enfrentamientos en curso entre nosotros y los elementos del M23", afirmó esta mañana, por su parte, el asesor del administrador militar de Rutshuru, coronel Muhindo Lwanzo, según declaraciones recogidas en medios locales.

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Estos ataques se producen después de que el Ejército llevase a cabo la semana pasada operaciones militares contra las bases del M23 dentro de Rutshuru, unas acciones que los rebeldes lamentaron en un comunicado emitido el pasado sábado.

Además de negar haber participado en los ataques de noviembre de 2021, en los que presuntos rebeldes del M23 tomaron brevemente cuatro localidades de Rutshuru, este grupo armado identificó las acciones del Ejército congoleño como una declaración de guerra.

"La violencia que nos imponen en la actualidad las Fuerzas Armadas congoleñas (...) es una elección deliberada del Gobierno para hacer una guerra contra los ciudadanos que ofrecieron su rendición incondicional", indicó el M23 en dicho documento.

El M23 empezó su andadura como grupo rebelde a principios de 2012 y estaba formado, sobre todo, por soldados que desertaron del Ejército congoleño para protestar contra el Gobierno.

Estos combatientes avanzaron con rapidez y en noviembre de 2012 consiguieron ocupar durante dos semanas la ciudad de Goma, capital de Kivu del Norte, habitada por cerca de 700.000 personas.

Entonces, las Naciones Unidas acusaron al M23 de contar con el apoyo económico-militar de Ruanda e incluso de recibir órdenes directas de altos funcionarios del Ejército ruandés.

Como consecuencia, Estados Unidos y el Reino Unido cancelaron durante varios meses sus donaciones económicas y programas de cooperación con Ruanda, cuyo presidente, Paul Kagame, negó cualquier relación con el M23.

Finalmente, la presión diplomática empujó al M23 a retirarse de Goma e iniciar conversaciones de paz con el Gobierno congoleño.

En 2017, algunos combatientes del M23 criticaron la lenta aplicación de los acuerdos firmados en esas conversaciones y organizaron varios ataques cerca de la frontera de Uganda.

El este de la RDC lleva más de dos décadas sumido en un conflicto alimentado por las milicias rebeldes y los ataques del Ejército, pese a la presencia de la misión de paz de la ONU (MONUSCO), con más de 14.000 efectivos desplegados.

La ausencia de alternativas y métodos de subsistencia estables han empujado a miles de congoleños a tomar las armas y, según el Barómetro de Seguridad del Kivu (KST), esta región ahora es el campo de batalla de más de 120 grupos rebeldes.