Según un comunicado de Exteriores ruso, Canberra impuso sanciones a dirigentes rusos y a casi todos los diputados de este país, siguiendo "obedientemente" la política de los países occidentales.
"En respuesta, a partir del 7 de abril de este año, se incluyen en la "lista negra" para la entrada en Rusia miembros del Comité de Seguridad Nacional de Australia, la Cámara de Representantes, el Senado y las asambleas legislativas regionales", señala la nota.
Exteriores explica que tomó este paso debido a "las acciones hostiles del actual Gobierno australiano, que está dispuesto a apoyar cualquier acción destinada a contener a Rusia".
Las sanciones rusas serán ampliadas próximamente, advirtió Moscú, que adelantó que planea incluir en la "lista negra" a militares, empresarios, expertos y medios de comunicación australianos que "contribuyen a incitar una actitud negativa" hacia Rusia.
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
El Gobierno australiano impuso hoy sanciones al coronel del Ejército ruso Mikhail Mizintsev, a quien se le responsabiliza por el bombardeo del teatro de Mariúpol, y otros 64 rusos.
Las medidas afectan también al viceprimer ministro, Dmitri Grigorenko, y al titular de Desarrollo Económico, Maxim Reshetnikov, entre otros altos funcionarios, indicó el Ministerio australiano de Exteriores.
En total, Australia ha impuesto sanciones contra Rusia y su aliado Bielorrusia, que abarcan a unos 600 individuos y entidades, incluido al presidente ruso, Vladímir Putin, en condena por la campaña militar en Ucrania.
Camberra también ha destinado más de 180 millones de dólares australianos (136 millones de dólares estadounidenses o 124 millones de euros) en ayuda a Ucrania, la mayor parte en el envío de material militar.
En otro comunicado difundido este jueves, Moscú también anunció que prohíbe la entrada a 130 miembros de Gobierno y Parlamento de Nueva Zelanda en represalia por las sanciones impuestas a autoridades rusas.
Nueva Zelanda aplicó en marzo sanciones contra 19 entidades rusas y más de 360 personas, entre ellas el jefe del Kremlin.
