La expedición partirá a finales de este abril a cargo del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI, por sus siglas en inglés), cuyo investigador senior, Héctor Guzmán, lideró el equipo multidisciplinario que diseñó tanto la ampliación del área protegida de la Cordillera de Coiba como su Plan de Manejo.
El Área de Recursos Manejados Cordillera de Coiba (ARMCC) fue creada en septiembre de 2015 con una superficie inicial de 17.223,52 kilómetros cuadrados (km2), y fue ampliada mediante el Decreto Ejecutivo 138 de 8 de junio de 2021 hasta los 67.908,98 km2.
Esto permitió a Panamá cumplir anticipadamente con la meta de la Iniciativa 30x30 del Marco Mundial de la Diversidad Biológica de proteger el 30 % de las áreas marinas del país para el 2030.
Menos de un año después, Guzmán entregó el plan de manejo final para el área protegida que fue aprobado por el Ministerio de Ambiente a inicios de marzo pasado.
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
UNA EXPEDICIÓN INÉDITA Y UN GRAN APORTE AL PLAN DE MANEJO
Guzmán explicó en una entrevista con Efe que la ampliación del área protegida de la Cordillera de Coiba fue diseñada a partir de información satelital.
"Cuando se creó esta expansión nosotros usamos sensores remotos, todo fue análisis de corrientes marinas, de temperatura del agua, de producción pero basado en sensores remotos, es decir, desde satélites", dijo.
Pero ahora "vamos a poner, por primera, vez nuestros ojitos bien profundo y describir cuál es la biodiversidad, describir más de lleno cuáles son las especies que van transitando" por esta área.
El Smithsonian consiguió los fondos para llevar a cabo esta primera expedición científica para explorar los montes submarinos de la Cordillera de Coiba, que se espera parta el 27 de abril próximo.
"Estamos partiendo por 12-14 días en una embarcación que lleva un submarino que nos va a permitir bajar hasta casi 400 metros de profundidad. Entonces, vamos a explorar por primera vez, para tener una mejor visión de lo que vimos desde el espacio", anunció Guzmán.
Esta expedición "es un primer aporte, y considerable, para la implementación de la parte del componente pesquero, que es muy importante, del Plan de Manejo" del área protegida, afirmó Guzmán.
En dos tercios del área protegida de la Cordillera de Coiba está totalmente vedada la explotación de especies, mientras que en el tercio restante solo se puede pescar hasta 70 metros de profundidad.
Los recursos pesqueros de importancia comercial en el área protegida son las especies altamente migratorias, como los atunes y los dorados, según la información oficial.
UNA GRAN BIODIVERSIDAD POR DESCUBRIR
El área protegida ampliada de la Cordillera de Coiba está ubicada a 100 kilómetros al sur del Parque Nacional Coiba. Es una estructura batimétrica geomorfológica que tiene alrededor de 100 kilómetros de ancho, 150 kilómetros de largo y casi 5 kilómetros de alto, con puntos más someros de unos 303 metros.
El Smithsonian explicó que se trata de un ecosistema que resguarda 14 especies de mamíferos marinos que la usan como zona de migración y alimentación, como la ballena azul, el cachalote y el rorcual del norte, además de tortugas marinas, peces picudos, tiburones y otras especies, en su mayoría vulnerables o en peligro de extinción según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN, por sus siglas en inglés).
"El primer hito para implementar el Plan de Manejo es descubrir esa biodiversidad explorando, es cómo descubres. Para eso necesitas la tecnología adecuada y por eso necesitamos submarinos para explorar", afirmó Guzmán a Efe.
La exploración de la Cordillera de Coiba permitirá no solo "aumentar la biodiversidad del país" sino también "ver los procesos que llevan a que se dé esa diversidad y por qué está localizada espacialmente en un área preferente o no", añadió.
