Petrolera tailandesa y malasia se retiran de un proyecto de gas en Birmania

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Bangkok, 30 abr (EFE).- La petrolera estatal tailandesa PTTEP y la malasia Petronas anunciaron su retirada de un proyecto de gas en Birmania, las últimas compañías en interrumpir su colaboración total o parcial en el país desde el golpe de Estado de 2021.

"La retirada es parte de la gestión de cartera de la compañía para reenfocarse en proyectos que respalden la seguridad energética del país", señaló en un comunicado publicado la noche del viernes Montri Rawanchaikul, director ejecutivo de PTTEP, compañía que cuenta con otros proyectos en Birmania.

La empresa tailandesa contaba con una participación del 19,3 % en el yacimiento de Yetagun, en las aguas del sur de Birmania, mientras que Carigali, subsidiaria de Petronas, posee el 40.9 % de las explotación, el resto es controlado en un 20,5 % por la compañía pública birmana y un 19,3 % por la japonesa Nippon Oil

PTTEP precisó en su comunicado que su participación se reasignará proporcionalmente entre los accionistas restantes sin valor comercial, a partir de la aprobación regulatoria.

Petronas, que ha operado el proyecto desde 2003, dijo en un comunicado emitido anoche que la decisión fue precedida por la revisión "estrategia de racionalización de activos" para adaptarse al "cambio del entorno industrial y la transición energética acelerada".

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Desde la sublevación militar del 1 de febrero de 2021, que terminó de golpe con una década de incipiente democracia, compañías energéticas internacionales -como Chevron y Total- han decidido abandonar Birmania al denunciar los abusos contra los derechos humanos cometidos por la junta golpista.

Al menos 1.803 personas han muerto a raíz de la brutal represión ejercida por policías y soldados, que han llegado a disparar a matar contra manifestantes pacíficos y desarmados, conforme a los datos recabados por la oenegé Asociación para la Asistencia de Presos Políticos (AAPP) en Birmania.

AAPP también contabiliza 13.496 personas arrestadas desde la asonada, mientras que según el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, el Ejército birmano ha cometido crímenes de guerra y de lesa humanidad, incluidos detenciones arbitrarias, tortura, muerte de civiles, quema de aldeas y ejecuciones extrajudiciales.