Apenas unos minutos después de comenzar la sesión en la que debía tener lugar la primera votación, la presidenta del Parlamento, Lindita Nikolla, la dio por finalizada al no haber candidato.
El plazo para presentar una candidatura, que debe surgir del consenso de al menos veinte diputados, expiró el domingo sin que ningún partido designara a un aspirante a la jefatura del Estado.
La Constitución prevé que en las primeras tres rondas para ser elegido el aspirante debe obtener una mayoría cualificada de 84 del total de 140 diputados (tres quintos), mientras que en la cuarta y quinta votación es necesaria la mayoría absoluta (71 votos).
Habitualmente los partidos intentan consensuar una candidatura, aunque ello no significa que salga elegido en las primeras tres rondas, pero sí en alguna de las últimas dos, con lo que se evita la convocatoria de elecciones anticipadas.
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
El Partido Socialista (PS) del primer ministro, Edi Rama, que cuenta con 74 escaños, está a la espera de una propuesta de la oposición y ha garantizado su voluntad de dar al país un presidente consensuado.
El encuentro de una figura unificada se ha visto dificultado debido a que la mayor fuerza opositora, el Partido Democrático (PD), está hundido en su peor crisis interna desde su fundación en 1990.
Este partido y su grupo parlamentario está dividido en fracciones que, por un lado, apoyan a quien fue su líder histórico, expresidente y ex primer ministro Sali Berisha, declarado en Estados Unidos persona "non grata" por corrupción y minar la democracia, y otros que están en contra de él.
Berisha está intentando ocupar de nuevo el liderazgo del PD después de la dimisión de su líder, Lulzim Basha, el pasado marzo, por perder su batalla contra el fundador del partido.
Los socialistas han descartado negociar con Berisha, mientras que Enkelejd Alibeaj, actual presidente del PD y líder del grupo parlamentario -no reconocido por los seguidores del primero-, ha rechazado por el momento negociar con los socialistas.
Por otra parte, el actual presidente albanés, Ilir Meta, cuyo mandato de cinco años expira el 24 de julio, no se plantea renovarlo, ya que es consciente de no podría lograr el apoyo de la mayoría socialista, que intentó cesarle por "violar gravemente la Constitución", destitución que no prosperó finalmente por una decisión del Tribunal Constitucional.
Según la Constitución albanesa, la figura del presidente debe manifestar la unidad del pueblo, pero su cargo es básicamente representativo y desde la reforma judicial sus competencias se han reducido aún más.
Cada una de las siguientes cuatro votaciones se celebrarán en un plazo máximo de siete días.