"Once soldados han perdido la vida en el curso de este ataque. Al menos veinte militares heridos por metralla o proyectiles fueron atendidos por los servicios de salud", explicaron las Fuerzas Armadas en un comunicado.
"El apoyo aéreo que intervino ayudó a neutralizar al menos a quince terroristas que intentaban escapar tras el ataque", agregó el Ejército, que instó a los militares a "mantener este espíritu de lucha, que es una de las claves para derrotar al enemigo".
Estas cifras son más elevadas que las adelantadas este jueves por fuentes de las fuerzas de seguridad y residentes de Madjoari, quienes habían confirmado el fallecimiento de al menos siete soldados.
Según indicaron fuentes de seguridad a medios locales, los atacantes llegaron en gran número y dispararon contra el destacamento, donde provocaron importantes daños materiales y sustrajeron diverso material antes de prender fuego al puesto militar.
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Residentes de la localidad confirmaron a Efe el ataque. "Fue a primera hora de la mañana cuando los soldados fueron atacados", explicó por teléfono Issaka Dahani, al matizar que el atentado se atribuyó a un grupo terrorista que opera en la zona.
"Oímos los disparos, pero no salió nadie. Durante el día, vimos cadáveres y el Ejército vino después, pero los terroristas ya se habían ido", agregó Dahani.
Madjoari está en Kompienga, provincia donde en abril de 2021 dos periodistas españoles y un ciudadano irlandés fueron asesinados por terroristas cuando iban empotrados en una patrulla de efectivos burkineses contra la caza furtiva mientras hacían un reportaje.
La semana pasada, diecisiete civiles, entre ellos tres personas discapacitadas y una mujer, fueron asesinados también en Madjori, reveló el residente.
"Habían ido en busca de comida (...). Pensábamos que los militares podrían protegernos, pero nos damos cuenta de que no es posible", dijo Dahani.
"La situación no ha mejorado en absoluto. Aparte de los ataques terroristas, incluso el hambre está matando a la gente. Clamamos para que el Gobierno enviara comida, pero nada", agregó.
Asimismo, un joven de 15 años murió y once personas resultaron heridas este jueves en un ataque de hombres armados no identificados contra un autobús en Seytenga, localidad norteña a 40 kilómetros de Dori, capital de la región de Sahel y a unos 10 kilómetros de la frontera con Níger, informó la Agencia de Información de Burkina Faso (AIB).
Burkina Faso sufre a menudo ataques yihadistas desde abril de 2015, perpetrados por grupos ligados tanto a Al Qaeda como al Estado Islámico.
La región más golpeada por la inseguridad es la de Sahel, que comparte frontera con Mali y Níger, aunque el yihadismo también se ha expandido a otras áreas vecinas, y, desde 2018, a la región Este del país.
En noviembre de 2021, un ataque contra un puesto de la Gendarmería causó 53 muertos (49 gendarmes y 4 civiles), lo que generó un gran descontento social que se tradujo en fuertes protestas para exigir la dimisión del entonces presidente burkinés, Roch Kaboré.
Meses después, el pasado 24 de enero, los militares tomaron el poder en un golpe de Estado -el cuarto en África occidental desde agosto de 2020- y depusieron al presidente.
La inseguridad ha ocasionado que el número de desplazados internos en Burkina Faso ascienda ya a más de 1,85 millones de personas, según datos del Gobierno.
