“Moscú espera de Kiev que acepte sus exigencias y tome consciencia de la situación real, la que existe de facto en la actualidad”, dijo el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, en su rueda de prensa diaria.
El representante del Kremlin respondió así a una pregunta sobre las declaraciones del exsecretario de Estado de EE.UU. Henry Kissinger acerca de la situación en Ucrania y las expectativas de Moscú.
Previamente, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, rechazó de forma contundente la idea lanzada por algunos dirigentes políticos occidentales, entre ellos Kissinger, de ceder territorios a Rusia para lograr la paz.
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El mandatario ucraniano criticó las palabras pronunciadas por Kissinger en el reciente Foro de Davos, quien sugirió el martes que las conversaciones de paz deberían tener como objetivo crear fronteras a lo largo de la "línea de contacto" en el conflictivo Donbás, tal y como existía en vísperas de la intervención militar rusa.
El exsecretario de Estado agregó al respecto que: "Las negociaciones deben comenzar en los próximos dos meses antes de generar trastornos y tensiones que no se superarán fácilmente. Idealmente, la línea divisoria debería ser un retorno al statu quo de antes".
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"Continuar la guerra más allá de ese punto no supondría la libertad de Ucrania, sino una nueva guerra contra la propia Rusia", remarcó Kissinger.
Rusia exige a Ucrania que acepte la independencia de la península de Crimea, anexionada en 2014, y de las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk.
