En su viaje que comenzó el pasado miércoles, Wang ha estrechado lazos con la región, aunque el lunes no consiguió firmar en Fiyi un acuerdo multilateral de cooperación y seguridad con diez países del Pacífico que ha levantado suspicacias por parte de Estados Unidos y Australia.
Tras la reunión en Fiyi, Pekín presentó un documento oficial sobre su estrategia en la región, que incluye el nombramiento de un enviado especial y estrechar la colaboración en la lucha contra la crisis climática, seguridad, la covid-19, desastres naturales, infraestructuras, pesca y educación, entre otros asuntos.
"China y los países insulares del Pacífico, como países en desarrollo, comparten un amplio rango de intereses para mantener la paz y estabilidad en la región Asia-Pacífico, preservando la igualdad y justicia, y promoviendo un desarrollo sostenible", señala el documento oficial publicado el lunes por la Embajada china en Fiyi.
En el documento, las autoridades chinas también proponen celebrar regularmente la reunión en Fiyi entre Pekín y diez naciones del Pacífico, incluidos Islas Salomón, Kiribati, Samoa, Fiyi, Tonga, Vanuatu, Papúa Nueva Guinea, Islas Cook, Niue y los Estados Federados de Micronesia, además de los anfitriones.
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En la reunión, la segunda desde 2021, las naciones insulares pidieron más tiempo para estudiar al acuerdo multilateral, llamado Visión Conjunta de Desarrollo China-Países Insulares del Pacífico y que supone un importante pacto geopolítico.
Sin embargo, Wang sí está firmado numerosos acuerdos bilaterales en esta gira de diez días que lo ha llevado a Islas Salomón, Kiribati, Samoa, Fiyi y Tonga, y continuará hasta el sábado próximo por Vanuatu, Papúa Nueva Guinea y Timor Oriental, que se encuentra en el Sudeste Asiático.
El viaje del ministro chino supone un intento de Pekín por ampliar su influencia en el Pacífico, una región que históricamente ha tenido lazos más estrechos con Estados Unidos, Nueva Zelanda y Australia, que miran con recelo el crecimiento de la hegemonía de China.