El ataque se produjo apenas 48 horas después de la que la CODECO se comprometiera a un cese de las hostilidades en todo el territorio así como a participar en las conversaciones de pacificación lanzadas por el Gobierno congoleño en Nairobi el pasado mes de abril.
Los atacantes asaltaron la noche del lunes al martes una aldea pesquera en la orilla del Lago Alberto -fronterizo con la vecina Uganda- en el territorio de Djugu, que forma parte de la provincia de Ituri.
Según fuentes cercanas al grupo rebelde citadas por medios locales, sin embargo, la CODECO niega su implicación en los hechos.
Tras cuatro días de diálogo, el pasado sábado se cerró un acuerdo entre el grupo y representantes de la misión de las Naciones Unidas en el país (MONUSCO) y de las autoridades de Ituri.
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"Han decidido cesar inmediatamente todas las hostilidades en el conjunto del territorio del país y declararon su compromiso a participar en el proceso de paz de Nairobi", confirmó a Efe Jean Baptiste Openji, coordinador de la organización "Allez-y les FARDC" ("Vamos, FARDC"), que apoya las acciones de las Fuerzas Armadas de la RDC (FARDC).
La CODECO es un grupo rebelde poco conocido que nació en 2018 con el objetivo de luchar contra los abusos del Ejército congoleño, si bien ha cometido numerosos asesinatos de civiles y ha multiplicado sus ataques durante el último año en Ituri.
La milicia esa integrada mayoritariamente por la comunidad de agricultores lendu, una de las etnias de la región, y se ha enfrentado por la tierra con la comunidad hema, etnia de pastores en ese área.
Según la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, en 2021 CODECO mató a más de 400 personas y se convirtió en la segunda milicia más mortífera de la región.
Frente a los ataques rebeldes en Ituri y la vecina provincia de Kivu del Norte, sobre todo de las Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF) -de origen ugandés y el grupo rebelde más letal en la región-, el Gobierno impuso en mayo de 2021 un estado de sitio que no ha conseguido mejorar la situación sobre el terreno.
Desde 1998, el este de la RDC está sumido en un conflicto alimentado por las milicias rebeldes y los ataques de soldados del Ejército, pese a la presencia de la MONUSCO, con más de 14.000 efectivos desplegados.