Goddard fue la encargada de crear la primera tienda de alimentos orgánicos en Trinidad y Tobago y es fundadora de la Alianza de Comunidades Rurales, una organización sin fines de lucro que busca que los agricultores sean conscientes del valor de los recursos naturales y accedan a herramientas financieras para incrementar su producción y mejorar sus ingresos.
“Nosotros queremos llevar el poder a las áreas rurales. Una sociedad humana racional tendría que tener claro que la protección de los recursos naturales es increíblemente importante y que la mejor manera de cuidarlos es cuidar las áreas rurales y sus comunidades”, afirmó Gillian en un comunicado del IICA, con sede en San José.
La organización alentó a productores de cacao a producir su propio chocolate en forma artesanal y a desarrollar emprendimientos de propiedad comunitaria en Trinidad y Tobago y países vecinos como Granada, Jamaica, Dominica, Santa Lucía y Guyana.
“La gente que vive cerca de esos recursos y que los ha cuidado durante generaciones necesita tener poder sobre esos recursos. En otras palabras, si los árboles de cacao crecen en tu zona y tú has sido considerado, no los has cortado y los has cuidado, entonces tienes el derecho de obtener el valor de esos árboles”, expresó la trinitense.
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La Alianza también conectó a agricultores caribeños y africanos productores de cacao para crear el llamado Cross Atlantic Chocolate Colective, a través del cual comparten experiencias de comunidades que transforman en el lugar sus materias primas agrícolas y buscan canales propios de comercialización.
El primer eje de trabajo de la alianza estuvo en el cacao, con el objetivo fijado en contribuir al desarrollo humano y la restauración del medio ambiente natural no sólo con el trabajo agrícola sino también con la elaboración del chocolate.
Según las autoridades, las tareas del ente incluyeron enseñar a las comunidades rurales a hacer chocolate artesanal, incubar empresas de chocolate de propiedad de la comunidad y avanzar hacia la plena utilización de los cultivos y recursos asociados en las plantaciones de cacao. La comercialización y distribución de los productos y la búsqueda de nuevos mercados quedó a cargo de la Alianza.
El Premio Líderes de la Ruralidad es un reconocimiento del IICA para quienes cumplen un doble papel irremplazable: ser garantes de la seguridad alimentaria y nutricional y al mismo tiempo guardianes de la biodiversidad del planeta a través de la producción en cualquier circunstancia.
El reconocimiento, además, tiene la función de destacar la capacidad de impulsar ejemplos positivos para las zonas rurales de la región.
