Los detenidos están acusados de "formar parte de una organización articulada, capaz de gestionar un importante tráfico de estupefacientes que, comprados en Sudamérica y transitando por España, se revendían después en todo el país", informaron los Carabineros en una nota.
La operación policial, denominada "Hermano", que es como se llamaban entre los implicados, se llevó a cabo en el marco del programa de la Unión Europea contra el tráfico de drogas y bajo la coordinación de la fiscalía de Reggio Calabria (sur).
Además de en esa provincia, las detenciones se realizaron también en las de Milán, Parma, Verona y Vicenza (norte).
Las investigaciones se iniciaron tras la detención, en diciembre de 2017, de una persona en la localidad de Polistena (Reggio Calabria) con cuatro kilos de inflorescencias de cannabis secas ocultos en el coche.
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A partir de este acontecimiento, se reconstruyó la cadena de suministro de la droga y se comprobó la existencia de una red criminal bien organizada, capaz de gestionar el tráfico ilegal de marihuana, hachís y cocaína en Italia.
Los estupefacientes eran transportados en vehículos con compartimentos secretos, a las principales ciudades italianas, incluidas Milán y Roma.
Según la acusación, los detenidos habían tenido relaciones privilegiadas con productores de cocaína peruanos, gracias a los cuales pudieron comprar lotes de droga a precios competitivos, explicaron los Carabineros.
Para eludir los controles de las fuerzas del orden o la seguridad de los aeropuertos, la droga se transportaba en forma líquida, empapada químicamente en las fibras de las maletas u otros contenedores, como se descubrió durante un control en Biella (norte).
Allí, los Carabinieros se incautaron de 250 gramos de cocaína transportada en una maleta con este método, junto con dos bidones de disolvente en el interior que, con toda probabilidad, se habría utilizado para el proceso inverso de extracción de la sustancia.