En una entrevista con la televisión pública alemana tras el fin de la cumbre del G7 este martes en Elmau, al sur de Alemania, el canciller indicó que los líderes del club de naciones industrializadas comparten el "convencimiento" de querer preservar la cita de noviembre en Indonesia.
"Si todo va normal participaremos. Pero tenemos puntos sobre los que querremos hablar, como las terribles consecuencias que la guerra rusa contra Ucrania tiene para todo el mundo," afirmó.
Después de que el Kremlin avanzase ayer que Putin mantendría su participación en la cumbre del G20, países como Reino Unido no habían descartado un posible boicot al encuentro.
Sobre si se sentaría a la mesa con el presidente ruso, Scholz replicó que "todos", en referencia a los jefes de estado y de Gobierno del G7, "han dicho que no permitiremos que llegue el punto en que no se produzca el encuentro, pues ésta sería la consecuencia [de rechazar la reunión con Putin]".
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"Sería un gran error de la política mundial, no se puede decir de otra manera," remachó el canciller.
En la entrevista Scholz subrayó también la importancia de involucrar en la toma de decisiones a países emergentes como la India, Sudáfrica, Senegal, Argentina e Indonesia, que fueron invitados a la cita de Elmau.
Indicó que estos países se ven afectados en mayor medida que las naciones del G7 por las repercusiones de la guerra en Ucrania, como el hambre y la subida de precios.
Por ello, es importante hablar de estos "retos" y garantizar la solidaridad de occidente
"Solo podemos tener éxito si comprendemos estas perspectivas y aun así intentamos desarrollar una política común. Y eso lo hemos conseguido," afirmó, en relación a la cumbre que finalizó hoy y en la que participaron también Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Japón, Francia e Italia.