El mandatario, que juró el cargo el 30 de junio tras arrasar en las elecciones del 9 de mayo, pronunciará mañana su primer discurso a la nación desde que asumió el poder, donde expondrá algunas de sus políticas y programas que impulsará durante sus 6 años en el cargo.
Según HRW, Marcos, hijo del dictador filipino Ferdinand Marcos y su esposa Imelda, tiene una oportunidad para distanciarse de las violaciones de derechos y profunda impunidad arraigadas por el gobierno del expresidente Rodrigo Duterte, que promovió una sangrienta guerra contra las drogas entre 2016 y 2022.
"El presidente Marcos tiene una oportunidad de oro para llevar a Filipinas por el camino correcto al establecer prioridades y políticas claras para mejorar los derechos humanos en el país", apunta el subdirector para Asia de HRW, Phil Robertson.
Nada más llegar al poder, Duterte puso en marcha su polémica medida antinarcóticos con la que policías mataron a tiros a traficantes y drogadictos que supuestamente se resistían a ser detenidos.
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Según las cifras oficiales, más de 6.250 personas murieron durante las redadas, mientras que organizaciones garantes de los derechos humanos, como HRW, elevan el dato de víctimas mortales a entre 27.000 y 30.000 personas.
"Marcos necesita hacer una ruptura limpia y demostrar que se toma en serio la rendición de cuentas por las violaciones de derechos humanos del pasado, así como la prevención de abusos en el futuro", remarcó el activista en un comunicado.
Robertson también reclama la liberación y la retirada de cargos contra la exsenadora Leila de Lima, señalada por Duterte como una de sus enemigas, así como un compromiso con la libertad de prensa tras la campaña de acoso judicial contra algunos medios críticos con el expresidente, entre ellos con la periodista Maria Ressa, premio Nobel de la Paz 2021, y su portal de noticias Rappler.
"Marcos es el presidente de un país desgarrado por problemas de derechos humanos y con un fracaso sistemático para responsabilizar a los abusadores y garantizar justicia a las víctimas. Su discurso debe ser sobre cómo protegerá los derechos de todos los filipinos y corregirá los errores del pasado”, dijo Robertson.
El actual presidente tampoco se ha referido directamente a las violaciones de derechos humanos perpetradas por el gobierno de su padre, que en 1972 declaró una Ley Marcial durante la que fueron asesinadas extrajudicialmente al menos 3.250 personas y miles fueron torturadas y encarceladas hasta que fue levantada en 1981.
Ferdinand Marcos padre, elegido presidente por primera vez en las elecciones de 1965 -cargo que revalidó en 1969-, abandonó el país en 1986 al triunfar una revolución pacífica en su contra y murió en el exilio en la isla estadounidense de Hawái en 1989.
El clan de los Marcos también es acusado de expoliar miles de millones de dólares del erario público.
