La jefa de la diplomacia alemana mandó un claro mensaje a Ankara al recalcar que "las islas en el Egeo son territorio griego y nadie tiene derecho a cuestionar eso", e instó a Turquía a adoptar el diálogo y la moderación, "como lo hace el Gobierno griego", dijo en una rueda de prensa celebrada hoy en Atenas con su homólogo griego, Nikos Dendias.
En los últimos meses la tensión entre Grecia y Turquía se ha reavivado, y el Gobierno turco ha llegado hasta el punto de poner en duda la soberanía de una serie de islas griegas del Egeo oriental que se encuentran frente a las costas turcas.
Dendias planteó a Baerbock que la exportación de submarinos 214 por parte de Alemania a Turquía puede llevar a una situación en la que “se altere el equilibrio de poderes en el Mediterráneo oriental a favor de un país que amenaza con un casus belli a Grecia y pisa los derechos de la mujer y de la prensa".
Baerbock señaló que escucha “atentamente” los temores de Atenas y que insistirá en la necesidad de bajar la tensión en el Mediterráneo oriental en su visita a Estambul, hacia donde viaja hoy mismo.
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La política de Los Verdes se refirió también al tema migratorio y las presuntas violaciones de derechos humanos por parte de Grecia en el Egeo oriental.
Baerbock señaló que se tiene que vigilar que no haya violaciones en las fronteras externas de la UE, incluidas las devoluciones ilegales de migrantes, y recalcó que “debemos ser abiertos y transparentes respecto a este tema; toda persona tiene el derecho a solicitar asilo”.
Al mismo tiempo, Baerbock reconoció “todo lo que hizo Grecia” a la hora de acoger refugiados y apuntó que “el que quiere fronteras internas abiertas, tiene que garantizar fronteras exteriores seguras contra el tráfico de personas y de armas”.
El semanario alemán Der Spiegel y el diario francés Le Monde revelaron el jueves los resultados de un informe de la Oficina Europea de Lucha contra El Fraude (OLAF) que aporta pruebas de que Grecia ha realizado devoluciones en caliente en el Egeo oriental y que la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas (Frontex) ayudó a encubrirlas e incluso a finanziarlas.
Poco antes de reunirse con el primer ministro heleno, Kyriakos Mitsotakis, Baerbock visitó las oficinas de Frontex en Atenas, desde donde señaló que la UE debe "ser capaz de garantizar aún más eficazmente que los derechos humanos”.